Como todas las mañanas, nos vamos a desayunar. Queremos desayunar ligerito, pero al final Maris se desayuna una tortilla de lo menos 10 huevos, y yo, 2 tortitas, bacon… Uff creo que no vamos a caber en otra cosa que no sea el bañador… En fin que estamos súper felices hasta que volvemos a la habitación y hablamos con David, y nos da una buena noticia y otra mala… La buena, es que han encontrado un piso chuli… La mala, es que nos cuenta que el vuelo de vuelta está tan complicado como el de ida… Así que nos tememos que nos espere otro ataque de nervios y horas y horas de vuelo en transportín… Así que le decimos a David que si el vuelo de mañana está mejor, que anticipamos un día la vuelta.
Y nerviosos nos vamos a la playa a ver si nos relajamos un poco. Y pasamos la mañana entre remojos, sol y viajes al chiringuito a por birras. Y pasando mucho calor, está siendo el día más caluros desde que llegamos aquí. Nos pasamos por el «Pichibar» y a comer. Como es habitual, nos ponemos como el pinzas… asi que la mezcla de empacho y calor hace que nos echemos una siestita en la habitación… Qué bien, que fresquito con el aire acondicionado. Tras la siesta, de nuevo a la playa a disfrutar de lo que podría ser nuestro último día, esperando noticias de Madrid para saber si nos vamos mañana o qué hacemos.
Nos damos un paseo por el complejo y resulta que hoy es el día de las compras están montando un montón de tenderetes en la piscina principal, y yendo de puesto en puesto, nos regalaron dos colgantes y una pulsera con la promesa de que volveríamos a comprarles algo.
Nos vamos a cenar al italiano Da Mario, pero hoy nos toca esperar, parece que todos los italianos del hotel se han venido aquí. Y tampoco hay mucho más que contar hoy, lo más divertido del día fue volviendo de desayunar, que no pudimos entrar en la habitación, nos tocó esperar en el descansillo a que terminaran de limpiarla. Esperando y dandonos un beso, baja una mujer por las escaleras que nos ve y exclama con un cierto tono de añoranza ¡¡Oh!! ¡¡Nice!! Y nosotros, perplejos. ¿Se pensaba la mujer que estaba mirando una telenovela? Que raros son estos guiris.
¡Uy! Se nos ha olvidado pasar por los tenderetes a comprarles alguna cosita…