Bueno bueno bueno… Primer día de turisteo… Empezamos la mañana ya por fin descansados, gracias a los colchones que compramos ayer. Bueno, creo que en realidad hubiéramos dormido hasta de pie, porque nos marchamos a dormir y el resto del grupo, con los amigos de Matias, se quedaron charlando y aunque los argentinos hablan bien alto, no nos costó ni medio minuto quedarnos dormidos…
Nos levantamos, Cervi, Mati, Pedro y el Mago se marchan a por el desayuno, y nosotros nos quedamos a darnos una duchita, que nos viene genial para prepararnos para el día. Y cuando vuelven, nos ponemos hasta arriba de facturas (unos croissants que hacen por estas tierras).
A la una más o menos, decidimos marcharnos y dejar a los chicos que hicieran sus petates para marcharse a la fiesta de cumpleaños del Gato. Ponemos rumbo a la calle de Murillo, lugar famoso por sus tiendas de cuero. A pesar de mirar en unas cuantas, no hemos visto ningun abrigo que nos termine de convencer, lástima porque cuestan casi la tercera parte que en Madrid, pero comprar por comprar va a ser que no…
Así que tomamos un taxi para que nos acerque al Puerto Madero, la zona más chic de la ciudad. Este fue el antiguo puerto de la ciudad, que tras la construcción del nuevo, fue remodelado como puerto deportivo, y zona de restaurantes y ocio. Abandonamos el taxi y nos damos un paseo, viendo los barquitos y admirando la arquitectura de la zona.
Con el calor que hace, decidimos tomarnos una caña… Así que buscando, en el primer sitio que vemos que no es restaurante nos metemos, en el Hooters… Nos tomamos algo para quitarnos el calorcito, y decidimos comernos una quesadilla, algo ligerito que luego a la noche cenaremos fuerte. Cuando terminamos, decidimos poner rumbo hacia el barrio de la Boca, para ver el Caminito. Tras un largo rato andando bajo un sol de justicia, decidimos coger un taxi, y menos mal, porque sino calculo que a estas horas estaríamos llegando allí… Esta ciudad es enorme, y mirando un plano parece más pequeña de lo que realmente es…
Cuando nos bajamos del taxi nos llevamos una grata sorpresa… El barrio es una explosión de colorido, y además, llegamos acompañados de una samba callejera… Fijaos:
¡¡¡Que alegría de barrio!!! Parece el anuncio de Sony, el de la explosión de colores… Damos una vuelta para verlo y después vamos a ver la Bombonera, la cancha de Boca Juniors… Nos encanta este barrio, con tanta vida y color, bueno, en realidad la zona del Caminito y la cancha, el resto parece algo pobre…
Volvemos al Caminito a tomar otro taxi (el gran descubrimiento del día, te llevan rápido y barato donde quieras), y bajamos en la Casa Rosada, la casa de gobierno donde reside la presidenta de la república, que está en la Plaza de Mayo… Tras las fotos de rigor, siguiendo la guía, visitamos la plaza de Eva Perón, donde está el monumento «Canto al Trabajo». ¿Donde estará el Canto a las Vacaciones?
Luego vamos a ver una iglesia neogótica que está cerca, a unas cuadras, y al lado hay un parque donde hay terracitas y música en directo… Y ahí nos explayamos un rato, que se está muy fresquito a la sombra, mientras tomamos un zumo y una cerveza… Mientras Maris va al baño, sufro el ataque de las palomas mutantes asesinas psicópatas, que me atacan para conseguir comerse nuestro piscolabis, y mientras yo tratando de ahuyentarlas, sin éxito, con las risas de las mesas contiguas…
En fin, desisto de ahuyentarlas y vamos a ver el barrio de San Telmo, también muy bonito. Mucho contraste de casas, modernas, antiguas, de diferentes estilos… Y seguimos con nuestro paseo hasta que llegamos a la Avenida del 9 de Julio, que nos llevará al famoso obelisco.
Una vez allí, decidimos ir al sitio al que nos quería llevar Mati ayer, a La Estancia… Preguntamos al botones de un hotel, y este nos indica, pero nos dice que hay que reservar y nos invita a la recepción del hotel para que nos llamen para hacer la reserva, pero no es posible porque comunica todo el rato, asi que decidimos ir directamente.
Tras un par de vueltecillas, encontramos el lugar. Super chuli… El señor que nos recibe, nos invita a subir a la planta de arriba diciendo que arriba tenemos una actuación folclórica, y que la comida es la misma de la planta de abajo, así que le hacemos caso… Pedimos, por recomendación del camarero, asado y además media ración de cabrito. Todo riquísimo… Cuando terminamos de comer se inicia la «fantástica» actuación, que si bien al principio resultaba divertida, al final tras una hora, se ha hecho bastante pesada… Eso si, nos ha dado un ataque de risa cuando el presentador, que tenía un aire a Chiquito de la Calzada, se ha puesto a bailar y taconear y Maris me ha dicho «Quietor Cobarde»… Casi nos hemos puesto a llorar de la risa, aunque la risa se cortó de golpe cuando el mismo decidió invitar a 8 de los asistentes a bailar al escenario… Menos mal que no nos tocó, para mi alivio y decepción de Maris…
En fin, salimos de La Estancia, y nos tomamos un taxi de nuevo hasta casa del Mago, a descansar, que aunque salimos un poco tarde de su casa, nos ha dado tiempo a ver todo lo que teníamos pensado para hoy…
Y a descansar, mañana iremos al barrio de Palermo, a ver que nos da tiempo a visitar, una vez descubiertas las bondades del taxi, igual nos recorremos media ciudad en un dia… ¡Hasta mañana!