Pero que es eso que suena?!?!? ¡Que son las 5:15 de la mañana y está sonando el despertador a toda mecha! No me lo puedo creer, ¡pero si me he acostado hace 4 horas! ¿Ya empieza nuestro viaje? Efectivamente, a las 6 hemos quedado con mi padre para que nos acerque a la T4 para tomar nuestro avión…
Gracias al señor Eyjafjalla (si no sabes quién es, es que has vivido bajo una piedra estos dos últimos meses) tuvimos que cancelar nuestro anhelado viaje a Islandia, pero la alternativa que hemos decidido no pinta tampoco nada mal: Budapest, Viena y lo que podamos ver de Croacia… 🙂
En fin, a las 6 y media ya estamos en el aeropuerto, facturamos rápidamente, y nos encaminamos a por algo para desayunar con un hambre de mil leones… A estas horas cualquier cosa sabe rica aún con precio de aeropuerto… En fin, puntualmente embarcamos en el 737 de la Malev y partimos rumbo a Budapest.
Aproximadamente a las 12 llegamos a nuestro destino. Aquí nos recoge Alfonso, el hermano de María, que vive aquí y nos acogerá en las próximas tres jornadas. Tomamos el autobús que nos acerca al metro… Este metro es para verlo, me recuerda mucho al que pudimos ver en Moscú, pero sin las cortinillas de ganchillo 😀 Igualmente va a todo trapo, como aquel. Antiquísimo también, probablemente herencia de la época comunista.
Llegamos a la casa de Alfonso, y aprovechamos para descansar un rato, charlar y ponernos al día, comer un plato de pasta y echar una cabezada para combatir el cansancio del viaje.
Sobre las 4 y media, vamos a dar un pequeño paseíto por los alrededores… Paseíto que comienza con una parada en una terracita a tomar un café con leche (aqui lo ponen con hielo y una bola de helado y nada montada… yum) y un “paseíto” de tres horas, en el que podemos admirar la mejestuosidad de la ciudad.
Lo primero que podemos vemos (además de la tranquilidad) es la basílica de la ciudad. Una catedral que en foto parece que pierde, no le hacen justicia, porque es una basílica enorme:
Tras esta visita, dando un paseo por una de las grandes arterias de la ciudad llamada Andrassy ut, de camino de la Plaza de los Héroes o Hösök tére, nos la encontramos cortada, y pudimos visitar multitud de puestecitos con productos típicos de diferentes ciudades de Hungría. Pudimos admirar bailes regionales, cabezas disecadas de siluros, y ver mucha de la gastronomía tipica… Muchos asados y dulces de todos los colores. 🙂
Tras este paseo hicimos parada en un parque al lado de la Plaza de los Héroes. Aquí nos encontramos con un amigo húngaro de Alfonso, que nos acompañó durante un rato, mientras estuvimos paseando alrededor del Parque Municipal. En este parque hay un castillo, y dentro actuaciones en directo:
Finalmente, nos vamos a cenar al Danubio. Alfonso nos ha reservado para cenar en un restaurante chic en un barco en la orilla del río. Estupefactos, vemos la crecida del río por la cantidad de lluvias que ha habido en la región estas últimas semanas:
El río debe estar como unos 7 u 8 metros más alto de su altura habitual, por lo que están inundadas las carreteras que corren paralelas al mismo, es un espectáculo impresionante.
En el barco podemos admirar la orilla de Buda, que iremos a conocer pasado mañana…
Y la cena estupenda, a base de comida típica húngara… En fin, ponemos fin al día agotados y nos vamos a casa a planear el día de mañana.