¡Bueno bueno bueno! Hoy nos espera un día de turisteo sin tener que coger un coche o un tren… ¡que maravilla! Además el día se ha levantado nubladillo asi que también el sol nos da un poco de cuartel… Es todo un alivio después de estos días de calor horrible.
Hoy lo vamos a dedicar a pasear por el Palacio de Diocleciano, que ya habíamos visitado anoche y nos encantó, pero hay que darse una vuelta para hacer unas fotos. Y ahi vamos. Nada mas llegar nos encontramos con esto, antes de traspasar la muralla de la ciudad.
Son el obispo de Croacia Gregorio Benin, que luchó por lograr dar misas en croata, y la torre del vértice del palacio.
Una vez dentro de la muralla, volvemos a alucinar con sus calles con un adoquinado de bloques de piedra, sus callejuelas estrechas y lo integrada que está la vida de la ciudad en este monumento gigante:
Pronto llegamos al Peristilo, una plaza que da acceso a las Estancias Imperiales:
Aquí nos tomamos un cafetito en el bar Luxor, me hacía ilusión tomar un cáfé de la misma manera que lo tomarían los antiguos:
Y continuamos el paseo por la catedral de San Domnius y las salas del sótano:
Después nos salimos de la fortaleza al paseo marítimo, aquí esta nuestra casa:
Y esta es la fortaleza desde el paseo, flanqueada por terracitas:
En fin, una ciudad increíble de visitar, porque en cada rinconcito te encuentras una nueva sorpresa, una estátua, una fuente… ¡De momento casi está siendo la visita del viaje!