Bueno, por fin ha llegado el día de nuestra escapada anual. Este año tras mucho dudar destinos, terminamos decidiéndonos por hacer una ruta por Italia.
Salimos del trabajo a toda prisa y antes de la hora porque el avión sale a las 4 menos 10. A la carrera recojo a María de su curro y a casa a prepararnos un bocata y coger la maleta. Esperamos a mi padre, benditos abuelos que además de taxistas se ofrecen de canguros durante 10 días, ¡gracias mil!
Marchamos al aeropuerto, donde sin problemas embarcamos y sobre las 6 llegamos a territorio romano, al aeropuerto de Fiumicino… Cogemos un tren que nos saca 14 pavos por barba para acercarnos al centro a la estación de Termini (que encima se nos escapa por los pelos) y de ahí caminando al hotel que esta a tres calles. El hotel Corona… Bueno, supongo que los hoteles de roma son así… Ejem… No se si es el cansancio del día, pero parece que las 3 estrellas son ninja jejeje.
Rápido nos vamos a dar una vuelta a tomar una cerveza en una terraza, y luego cenar. Por cierto, el tiempo nos ha sorprendido para bien, porque en Roma estaban en alerta roja por lluvias, pero hace tan bueno que podemos salir en mangas de camisa… En la terraza pudimos conectarnos a Internet para planificar un free tour para mañana y saber algo de las niñas… Luego el restaurante nos ha gustado mucho, al lado del hotel, llamado La Locanda, donde hemos cenado una pasta casera estupenda.
Y nada más, así que nos vamos a descansar para mañana conocer Roma por fin.