Atenas, 9 de Diciembre de 2016

Nuestro ultimo día completo en Grecia. Comenzamos nuestra rutina diaria desayunando como marqueses, impresionante lo de los desayunos en Grecia. Como ayer, el restaurante del hotel abre solo para nosotros así que en vez de bufe, la dueña del hotel nos sirve en la mesa. Yogur, tostadas con tomate y feta, entremeses, bizcochos, fruta… una barbaridad de comida que solo comemos la mitad.

Con un poco de pena nos despedimos de nuestro country house, yo creo que es el mejor alojamiento en el que hemos estado y además nuestros anfitriones son tan majos! La chica incluso nos ha dicho que esta aprendiendo español…

Al coche y dos horas después estamos de vuelta en Nauplia. Aparcamos al lado del puerto y nos damos un paseo en parte para visitar la ciudadela y en parte buscando algún souvenir. La verdad es que la ciudadela tiene unas vistas impresionantes pero es bastante fea, tiene el aspecto de haberla reformado por dentro para explotarla turísticamente (está pavimentado para que circulen los coches) pero esta abandonado totalmente, imaginamos que por temas de crisis. Eso si, las vistas están muy bien.

Entrada a la ciudadela de Nauplia
Entrada a la ciudadela de Nauplia
Castillo de Nauplia desde la ciudadela
Castillo de Nauplia desde la ciudadela

Desde la ciudadela podemos ver a algunos turistas bañándose en la playa… No se yo, aunque hace sol, a mi me parece un poco fresco el tiempo para ir en bañador, aunque igual al lado de la ciudadela se está bien, who knows?

Bañistas! La verdad es que el agua llama con ese color.
Bañistas! La verdad es que el agua llama con ese color.

Después del paseo vamos a comer. Entramos en una taberna random que nos da buena impresión y pedimos un gyro de pollo, María en pan pita y yo en plato. Impresionantemente bueno. El señor fue muy amable a pesar de no hablar inglés, nos entendimos en italiano jajajajja

En fin, volvemos al coche y ya tiramos a Atenas, porque nos quedan otras dos horas y media hasta nuestro alojamiento. Tras unos pocos peajes mas (ufff) llegamos a nuestra country house esta vez si, en mitad del campo. La hemos elegido al lado del aeropuerto literalmente (estamos prácticamente en la cabecera de la pista) porque nuestro vuelo sale mañana temprano y queremos dormir lo mas posible.

La casa esta fenomenal, es una pena no poder aprovecharla un poco: Barbacoas, cocina, salón gigante con chimenea… Es una casa compartida muy grande, con la cocina y el salón en el centro de la casa, lo raro es que para ir a las habitaciones hay que salir a la calle. Supongo que por eso apenas nos hemos cruzado con otros invitados. En fin hoy toca irse a dormir pronto que mañana hay que madrugar a las 6.

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