Ya tan pronto acabamos la visita de Lisboa. Lo justo para que las chicas conozcan lo principal de la ciudad… así que con un poco de dificultad nos levantamos y vamos a desayunar lo mismo que ayer en el mismo sitio. Parece que la policía ha echado a la explotadora de conejitos cosa que nos complace.
Después de desayunar volvemos a la habitación del Gat Rossio y terminamos de cerrar las maletas. Check in y a las 10:30 ya estamos en el coche para tirar hacia el norte.
Tomamos la A1, vía de peaje en la que puedo comprobar que los portugueses conducen mil veces más civilizadamente que nosotros: saben emplear los carriles correctamente, conducir sin meter el morro, respetar las prioridades de paso… en fin, que salvo un par de franceses y algún español abonado al carril central, ha sido un placer conducir como se debería de hacer siempre… y no ha sido por falta de tráfico, la carretera iba cargada de tráfico. La contra, el peaje es caro, 21 euros de Lisboa a Oporto aprox.
De camino a Oporto decido hacer parada en Aveiro, la denominada por muchos la Venecia portuguesa. Es una ciudad con muchos canales (aunque he de decir que a años luz de los venecianos). En este pueblo se dedicaban a transportar por sus canales sal marina y algas con barcos con forma de góndola, estos últimos se llamaban Moliceiros, debido a que transportaban las algas, molice), así que a día de hoy ese transporte ya no se hace, y los barcos se han reutilizado en pasear a los turistas por los canales.
Bueno que me voy por las ramas. Llegamos a cosa de la 1, y tras aparcar nos damos un paseo viendo algunas cosas típicas e la ciudad como puede ser la iglesia de la misericordia, el barrio de neura mar con sus coloridas casa y el puente de la amistad donde las parejas o amigos cuelgan tiras de colores con mensajes de amor.



Comemos muy cerca de la plaza de pexe en un sitio que tiene buen aspecto y sitio (está todo petadisimo de gente) y la verdad es que comemos fenomenal, como todos los días. También nos tratan genial. Hoy hemos comido un par de raciones de pulpo a la brasa, un chorizo a la brasa, almejas y navajas. Todo muy rico. De nuevo sobre los 25€ por persona.
Salimos de comer, damos un pequeño paseo y comemos un helado y nos metemos en el coche para encaminarnos a Oporto.
Una hora después llegamos al hotel Fénix, de nuevo por la autovía A1.
El hotel está fenomenal como buen 4* pero en este caso está un poco retirado del centro, no me explico como lo mire porque pensaba que estaba al lado del centro. Pero bueno lo compensa con lo bien que está.

Subimos a la habitación a refrescarnos y descansar media hora. Tras una pequeña partida de cartas nos encaminamos al centro para comprobar con horror que esto está un poco lejos… nos toca caminar más de media hora para llegar. Hace frío hoy, hemos cogido sudaderas.
Podemos ver, ya de noche, la torre de los clérigos, y un poco del centro de la ciudad hasta que ya no aguantamos más y paramos a cenar. La comida de nuevo increíble. Pedimos un entrante de atún y salsa tzatziki impresionante de rico, y de segundo un trajine de pollo. Todo buenísimos Olivia no acertó tanto con su decisión, pidió una sopa del algarve que viene a ser una especie de sopa de ajo con cilantro. No le gustó mucho sabía mucho…


Tras un rato de cena y sobremesa continuamos nuestro paseo hasta que llegamos a nuestro límite al lado del rio, y buscamos un taxi que nos acerca al hotel por menos de 7 euros. En fin, que igual es nuestro medio de transporte, máñana le preguntaremos a la chica de recepción.
Otro día guay!
