Tokio, 23 de Julio

Bueno pues comienza el último día completo en Tokio (tenemos que pasar a la vuelta para coger el avión, pero será algo testimonial me parece).

Tras pasar por el 7 eleven, nos vamos de camino al LEGOLAND, que está aproximadamente a una hora de distancia entre metro y tren, tenemos que estar allí sobre las 10 o así. El tren es bastante curioso porque es autónomo y tiene las ruedas de goma, va por la bahia de Tokio y, para salvar un desnivel, hace un giro de 270 grados en muy pocos metros.

En fin, que visitamos esta exposición interactiva muy chula, tienen una zona de exposición con una maqueta de Tokio, un pequeño cine 3D, una atracción de mini-pulpo que si das pedales el brazo sube, una especie de tren de la bruja en el que con pistolas láser vas matando bichos y te va dando puntos (llamadme abusón pero las he ganado las dos veces jiji) y algunas zonas de construcción en las que los niños y no tan niños pueden dar rienda suelta a la imaginación. Muy chulo, entretenemos unas tres horas (en las que evitamos pasar calor) y lo pasamos fenomenal.

Maqueta de Tokio en Lego
Súper currada

Y al final hacemos unas pequeñas compras entre ellas unas flores Lego y unos muñecos Lego que puedes hacer personalizados con un montón de piezas sueltas, tratamos de hacer tres muñecos que nos representen a los 3, ¡ha sido divertido! Aunque ha sido un poco controvertido no todos estabamos de acuerdo jajaja

Adivinad quien es quien

De vuelta paramos en un kaisen sushi, que es un restaurante de sushi en el que pides lo que quieres comer a través de una pantalla y la comida te llega con una especie de trenecito, por una via, se para al lado tuyo y lo coges y a comer… riquísimo todo, y nada caro! Eso si, este no apunté el nombre del sitio, pero hay muchísimos Kaisen Sushi, algunos como este y otros, simplemente van pasando platos y si te apetece te lo coges. Luego tu vas apilando los platos que has comido, el precio depende del color del plato, y luego simplemente cuentan los platos para echarte la cuenta. Algo así como en los bares de pinchos vascos y los palillos jaja 

Cómo está haciendo calor nos volvemos al hotel a echar una mini siesta y esperar que baje el sol. Como a las 4 o así nos desperezamos y volvemos a bajar a Akihabara que lo tenemos al lado. Damos de nuevo un repaso a las tiendas, estaba buscando algo de hardware MSX y al final, increíblemente, encontramos algunas cosas pero no merecían la pena la verdad porque eran un poco caros, en concreto visitamos la tienda BEEP que es una tienda que está en un sótano, pero que justo encontré un ordenador Turbo R, pero claro, se me iba a unos 600 euros… en fin, no merecía la pena. También tenían juegos, pero el único que tenia potencial andaba alrededor de los 300 juegos, y el resto que vi fueron o juegos de rol que no iba a entender por el japonés, o juegos muy muy básicos.

Entrada de la tienda, si no veo una foto de referencia por Internet no la encontramos.
Toda la tienda es asi, una amalgama extrañamente organizada, de retro ordenadores, consolas y juegos.

Después continuamos paseando por el barrio, llama mucho la atención la cantidad de chicas jóvenes, disfrazadas de sirvientas en plan otaku, ofreciendo cosas, resulta que son comerciales de lo que llaman Maid Cafés, o cafés de sirvientas, no se, da un poco de mal rollo, parece un poco siniestro, al parecer es como un café normal, pero ellas te hacen monerías, al parecer es del rollo fetichista otaku, no nos va, así que pasamos. Intentamos hacerles una foto pero no pareció gustarles porque se tapaban la cara.

Foto prestada de Internet

Luego de todo esto, echamos unos arcades y volvemos a cenar en el Golden Ramen del primer día, aprovechando que está de camino al hotel. La cocinera que estaba hoy, no ha sido tan amable como el cocinero del otro día. De hecho a las 20:20 ya nos estaba mirando con mala cara para que nos fueramos porque quería cerrar, creo que entramos justo antes de que cerrara. Menos mal que somos de comer rápido.

Así que nada más por hoy, hoy prontito a la habitación para hacer la maleta y mañana ya nos vamos de Tokio, ¡que rápido ha pasado!

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