Kingston, 2 de Septiembre

Nos levantamos con más trabajo del esperado la noche anterior, teniendo en cuenta el agujerito donde nos alojamos… Por la noche pensaba que saldríamos corriendo del «Pozí» pero la cama ha resultado se bastante cómoda. Eso si, se ha notado los ruiditos de unos Canadian echando un kiki exprés, en medio minuto ¡guau! Eso sí a buen ritmo… Una patrulla a 200 por hora que parecía que iba a atravesar el garito… Otra pareja más lejos queriéndose en plan peli X… Vaya nochecita, ¿¿pero donde nos hemos metido??

En fin, que dejamos las llaves y nos encaminamos a toda prisa a Kingston, que se nos ha echado la hora encima para ir al crucero que nos enseñará las mil islas, que es como llaman aquí a la cantidad de islitas que hay alrededor de la ciudad. Nos embarcamos y descubrimos que es un crucero muy chulo, a pesar de hacer un poquito de frío en el barco, pero merece la pena por ver la cantidad de casas que se han construído los Canadian. ¡¡¡Queremos una!!! Impresionantes los casuplones, por un lado aparcado el coche y por el otro el yate.

 Casuplón Otro pedazo de casa

Bajamos del barco y tras la visita obligada al Starbucks, ponemos rumbo a Ottawa. Decidimos evitar la autopista y tomar la 1000 Islands Parkway, que es una carretera que sube la orilla del lago, con lo que vamos viendo desde la carretera las casas que vimos antes desde el barquito. Es increíble cómo tienen todas las casas de bonitas y bien cuidadas, impecables. Tengo que hacer mención especial al pueblito de Gananoque, al final de la carretera. Si Kingston nos pareció bonito, este pueblo lo mejora con creces. Nos lamentamos un poco por no haber intentado buscar alojamiento aquí, aunque hubiera sido imposible teniendo en cuenta que este fin de semana hay puente (el del día del trabajador).

 Una isla desde la carretera Vaya sitio donde poner la casa

Cuando se nos acaba la carretera nos incorporamos a la autopista rumbo Ottawa, hasta que el estómago empieza a decir que hay que echarle algo asi que cuando vemos un cartel en la carretera que no tenía aspecto de fast food no nos lo pensamos y probamos a ver que tal. Y la verdad es que genial quitando que el sitio está un poco sobre-decorado, la comida estaba genial (y además nos atendieron estupendamente teniendo en cuenta las horas a las que llegamos). Maris comió una pechuga de pollo con bacon y queso al horno y yo, un stick con cebolla, pimiento y ajo… Simplemente genial.

Salimos del Garden of Eat y proseguimos nuestra ruta, y lo primero es buscar alojamiento, tras el agujerito decidimos coger un hotel en condiciones, y nos vamos a un Confort Inn, que no nos defrauda… Una vez arreglado el tema alojamiento, nos toca turistear. Nos vamos a ver el Parlament Hill, es gigantesco y muy bonito. Nos hacemos unas cuantas fotos, con el parlamento, las iglesias, el monumento a la igualdad de las mujeres…

 El parlamento de Canadá El ayuntamiento

 

Tras esto nos vamos al Byward Market, el mercado de flores, pero lamentablamente cierran por la tarde, hemos llegado tarde… Nos ha dado tiempo a ver un par de chiringos que estaban cerrando y no hemos podido comprar nada, así que nos vamos a tomar una caña a un escocés y después a ver si cenamos. Tras recorrernos 10 veces Rideau St, cogemos unas porciones de pizza, y al hotel a dormir. La ciudad está bien, muy cuidada en su centro histórico, pero por el resto nos ha parecido feo y nos ha sorprendido la cantidad de homeless que hay por las calles, esta gente ¿donde se meterá en invierno.

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