Osaka, 1 de Agosto

Bueno pues el último día. Que penita yo quiero quedarme aquí un mes más… En fin, tenemos que cambiar de hotel porque el hotel Brighton no tenía disponibilidad para esta noche así que cogí un hotel más cerca de la estación de tren. Hacemos check out a eso de las 9, desayunamos unos onigiris y unos dulces japoneses y nos vamos al nuevo hotel a dejar las maletas. 

Nos equivocamos de salida en la estación de Umeda (esta y la de Namba son inmensas, así que es fácil perderse) y salimos a la otra punta exacta del hotel. Para orientarnos con el GPS vamos por la calle y lo que parecía fácil se convierte en una odisea de media hora caminando con el calor de aquí al sol y arrastrando las maletas… llegamos al hotel Monterey sudando! En fin dejamos las maletas y nos vamos al metro de nuevo ahora nos aprendemos el camino para volver. Y normal que nos perdiéramos es que nos hemos tirado 20’ caminando por los túneles de Umeda hasta llegar a la línea roja.

En fin vamos al mercado de Kurumon Ichiba para dar una vuelta, hacer las últimas compras y ver el mercado con comidas locales. Una pasada y super curioso ver las calles cerradas por arriba y con aire acondicionado… conseguimos encontrar unas cuantas tiendas de regalos típicos japoneses fuera del típico imán de nevera y nos comemos algo típico, unas patatas fritas dulces que estaban riquísimas.

Con el deber cumplido, nos marchamos hacia Tenpozan a ver el acuario de Osaka, muy bonito y grande pero como todo aquí, agobiante de la cantidad de gente, apenas podemos caminar. Por cierto antes de llegar paramos a comer en un sitio humilde llevado por dos señoras pero donde comimos un Curry con arroz y unos bowl con cerdo rebozado que estaban tremendos de buenos. Creo que es imposible comer mal en este país.

Delfines en el acuario

Bueno después de ver el acuario nos volvemos al hotel, y como pusimos atención, esta vez si que salimos correctamente hacia el hotel, ¡tremenda la vuelta que dimos antes! Nos registramos nos dan las llaves y dejamos las cosas en el hotel y descansamos un par de horas para que baje un poco el calor asfixiante.

Sobre las 6 nos vamos a despedirnos de la ciudad, esta vez vamos a ver tiendas al Shinshaibashi-suji otra calle comercial atestada de gente, tiendas (esta vez tiendas rollo Zara, Adidas, multinacionales vaya) y también muchos sitios de dulces y demás. Al final nos comemos una especie de gofre dulce relleno de queso que estaba bien (tampoco para tirar cohetes) y un helado de chocolate con churro de chocolate que estaba tremendo. Ya salimos de la zona y buscamos un sitio para cenar sushi de despedida. Cenamos muy bien unos sushis de atún salmón y un variado riquísimo, y Olivia una carne wagyu a la brasa que al parecer estaba muy buena porque no la pude catar jajaja

Parrilla para el wagyu
Vieiras
Bandeja de sushi

Y nada ya nos volvemos al hotel que mañana toca operación retorno, hay que levantarse temprano para tomar el Shinkansen a Tokio y el vuelo de vuelta.

Por cierto buena palicita para las piernas. Según Garmin, la primera semana 16000 pasos de media diaria, en total recorridos 95 km. Esta semana, más aún, 20.500 pasos de media diarios, y recorridos 117 km. Vamos que en total hemos andado por Japón unos 210 km redondeando…

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