Nos levantamos prontito, María, Vicky y yo, y vamos a dar un paseo a ver el lago y tomar un café en la cafetería del camping, aunque hasta las 10 no abre, así que hacemos tiempo al fresco del lago… Y tanto, hace bastante fresqui, esperemos que salga el sol.
Nos tomamos un café que nos templa el cuerpo, y al rato volvemos al campamento, y vemos que aún nadie se ha levantado… Supongo que los chicos se acostaron tarde… Bueno, como ha empezado a hacer sol, empezamos a tender todo para que se seque bien, y de paso que las tiendas se sequen…
A la 1 más o menos se levanta el último de los integrantes de la excursión. Nos cuentan que acabaron a las 7 de la mañana, parece que la noche fue de copillas y tal, asi que alguno acabó más tocado que otro… Sobre todo Cervi que cuando se acostó trataba de meterse en el saco de dormir de Matías, darle abrazos… Jejejeje menudas risas cuando se levanta y le contó Mati el suceso, no se acuerda de nada… jajajaja
Bueno, que a las 2 o así volvemos a El Bolsón a comer y aprovisionarnos. Comemos en un sitio estupendo, siguiendo con nuestra dieta rica en bife de chorizo y demás despieces de la vaca… ¡Madre mía lo bien que se come en este país!
Al salir del restaurante, los amigos de Mati van a hacer sus gestiones… Parece que se hace un poco tarde, las seis, las siete… Y aún queda mucho camino… Así que decidimos tomar la delantera, y Cervi, Quique y Vicky en un coche, y Pedro, María y yo en otro, nos subimos en los coches y tiramos hacia el Parque Nacional de los Alerces.
Matías se queda atrás, y nos da indicaciones de cómo llegar al parque y al Lago Verde, nuestro destino final. Tiramos sin más incidencia, ufff… para llegar al lago hay que tomar un camino lleno de piedras, que parece una pista forestal, y deben ser casi 80 kilometros de distancia… Bueno, sabemos que tenemos que llegar a Cholila (según Pedro, es donde se escondieron Sundance Kid y Butch Cassidi).
De camino admiramos los impresionantes paisajes que nos ofrecen los Andes…
Pero antes de llegar al lugar, vemos que el coche que conduce Vicky se queda atrás… Paramos a esperarles, parece que no llegan, tras un rato, vamos a por ellos, y vemos que están vaciando el maletero… Jeje han pinchado… Parece que llevaban un rato oliendo a goma quemada, y Vicky dejó conducir a Cervi y a los 50 metros se dieron cuenta de que estaban pinchados… Y tanto, la rueda delantera derecha está destrozada… En fin, cambiamos la rueda y seguimos que aún queda.
Llegamos a Cholila y compramos víveres, y al poco, encontramos a Mati y sus amigos, y proseguimos ruta. Son las 9, queda hora y media de camino… uffff…. Se nos hará de noche…
En fin, seguimos, siempre admirando los paisajes increíbles de la zona.
Llegamos a la entrada del Parque Nacional, y en el puesto de entrada, nos dicen los amigos de Matías que mejor no hablemos que a los argentinos les cobran menos al entrar… Así que tratamos de evitarlo, menos cuando necesitan pedir las llaves del baño, y cuando se las dan, Vicky contesta un ¡GRASIAS! con un estupendo acento… mejicano… Algo así como Ansar con el «Estamos trabajandou en ellou»…
Por fin, sobre las 11 llegamos al camping, un camping de lujo… Encontramos un par de parcelas bien situadas, cerca de los baños y al lado del lago verde, aunque ahora no se ve nada, estoy ansioso por que amanezca y ver los paisajes…
Plantamos las tiendas y mientras, Matías se asa el capón que compramos en Cholila. ¡Vivan los asados argentinos!
Eso sí, que frío hace aquí… Nos hemos quedado tiesos… Pero bueno, el sitio bien merece la pena el camino y el fresco.