Nos ponemos en marcha hoy nos ha costado un poco arrancar, entre desenredos de pelos, y demás, hemos salido del hotel a las 11. Lo primero de todo ha sido ir a desayunar, hemos ido a una cafetería a unos 100m del hotel a desayunar lo habitual (zumo de naranja, nata, café). Como siempre muy rico, las natas de Oporto son tan ricas como las lisboetas.
Hoy hemos preguntado en el hotel que transporte público hay, nos ha sugerido tomar el autobús 200 o 207 que nos dejan en el centro así que eso hemos hecho, para comprobar que entre los tres nos sale más barato tomar un taxi que ir en autobús.
Bajamos cerca De la Torre de los clérigos y subimos. 8€ adultos, 5€ estudiantes o jóvenes, niños gratis. Teníamos la visita a las 12 y nos ha llevado la visita aproximadamente una hora. La visita incluye vistas de la capilla De la Iglesia desde lo alto y varias exposiciones, y luego subir a la torre. Para esto último, debido a lo estrecho de la escalera, es lo que nos ha costado más tiempo. Pero arriba hay unas visitas impresionantes desde luego.

Una vez fuera hemos cruzado el Duero por la parte alta del puente Luis I para llegar a la otra orilla y tras bajar por la Rua da Barroca, llegamos a la ribera sur de la ciudad, en la que hay gran cantidad de bodegas. Como no es un tema que nos interés especialmente pasamos a visitar el Half Rabbit (la obra más reconocible de arte urbano de Oporto) y luego a comer. Hemos comido por esta zona, muy bien, el restaurante creo que se llama Cais do Bacalhau, y nos han tratado genial, Olivia ha comido un filete con patatas que le ha encantado, Blanca un bacalhau a bras impresionante y yo un Bacalhau a Pescador también buenísimo. sitio súper recomendable, económico y las raciones muy generosas.

Después de comer, volvemos a cruzar al otro lado de Oporto, esta vez por el lado inferior del puente, mientras veíamos como algún chaval se lanzaba al agua desde la barandilla. Las niñas han flipado.

Caminamos por la ribera del río y nos sentamos a tomar un refresco mientras pensamos siguientes pasos.
Primero, la estación de Sao Bento, donde vimos sus paredes che has de azulejo decorado a mano, muy bonito. Después continuamos cuesta arriba por la Rua 31 de Janeiro hasta la iglesia de Santo Ildefonso, donde vimos su fachada e intentamos entrar pero nos cobraban y decidimos salirnos. Seguimos por la calle de Santa Catarina, calle peatonal y comercial donde aprovechamos para comprar algún recuerdito y llegamos finalmente a la capilla de las Almas. De nuevo intentamos entrar y nos dio tiempo de ver muy poco porque estaban oficiando misa y nos salimos. Parecía una iglesia muy pequeña pero bonita.

Y cansados de subir tomamos cuesta abajo a ver la iglesia de la santísima Trinidad y la impresionante cámara municipal de oporto. Ya cansados decidimos tomar un taxi al hotel, que son ya casi las 7 y llevamos unas cuantas horas pateando y 4 días sin parar. El taxista muy amable nos comenta algunos datos de Oporto que me gustaría haber apuntado porque algunos podríamos haberlos aprovechado mañana… vaya cabeza!
Descansamos un rato y salimos a cenar, al lado tenemos un burger TGB así que ahí vamos que un día de cena guarra no está mal y la verdad es que en comparación con los TGB españoles las hamburguesas están más sabrosas y son más grandes.

Ya poco más queda por contar hoy… mañana más
