Buenos Aires, 21 de Febrero

Pues ya hemos llegado a la recta final del viaje. Hoy es nuestro último día en Buenos Aires, y parece que el clima quiere despedirse de nosotros a lo grande, con 35 grados de temperatura y una humedad del 80%. Nos levantamos a duras penas hasta el ventilador….Aquí no hay quien pare!!!! Juanjo queda a comer con su amigo Alfredo y vamos todos con él a un restaurante en San Telmo, El Desnivel; Comemos de maravilla, como siempre. No variamos aquí mucho nuestra dieta: todos bife de chorizo menos Juanjo, que pide un matambre a la pizza.

Nos despedimos de Alfredo y comenzamos a pasear por el barrio, repleto de tiendas de antigüedades y artesanía. Vamos, nuestra perdición. Compramos algunas cosillas y Pedro se convierte en el hombre más feliz de Buenos Aires al comprarse una foto gigante de Carlos Gardel. Nos encanta el paseo y de ahí seguimos hasta la Plaza de Mayo. Compramos unos alfajores y a casita, a terminar de empaquetar las cosas. Snif, snif….No queremos irnos!!!! Con lo a gustito que se está de vacaciones!!!

Nos reencontramos en casa con Matías, que está encantado de la vida tras pasar el día en el zoo con sus sobrinos…Qué entrañable!!! Y para celebrarlo nos ha traido pasta fresca para cenar recién hecha de la fábrica de pastas, ravioles rellenos de calabaza y mozarella ó de espinacas. Buenísimo. Creo que es la mejor pasta que he comido.

Y ya tenemos el taxi en la puerta. Corriendo empaquetamos todo en el taxi (madre madre madre pero donde vamos con tanto bulto)y nos despedimos de todos con mucha pena… Nos montamos en el taxi y nos vamos… Cuando nos damos la vuelta para despedirnos vemos a Vicky corriendo detrás del taxi… Creo que nos echará un poco de menos…

Y poco más hay que contar, facturamos y a esperar al avión… Las vacaciones acaban… y ahora a pensar donde iremos en veranito.

Buenos Aires, 20 de Febrero

Después de una noche toledana en la que apenas hemos podido dormir (paso a relatar las múltiples causas: calor, ronquidos de los diferentes miembros del equipo , colchón desinflándose a una velocidad increíble, sed……) parece que en esta ciudad hace un poquito de calor….MADRE MÍA!!!! Vamos a devolver los coches en el barrio de La Recoleta, a las oficinas de Avis, con una calorina importante. Pagamos el exceso de kilometraje y a turistear!! Cervi, Matías y Pedro van a cambiar dinero y esperamos el resto aguantando esta climatología adversa lo mejor que podemos, con lo que nos metemos en un bar a comer algo y a refrescarnos con unas ensaladas y litros y litros de agua. Como siempre, todo delicioso.

Y ya viendo el mundo de otra manera, cogemos un taxi a Lavalle, calle comercial en el centro y el espíritu consumista nos atrapa (acompañado claro de los atractivos y asequibles precios). Así, terminamos las compras de regalos y unos caprichitos para nosotros (unas zapatillas cada uno), bien barato todo, por cierto. La verdad es que es increíble la diferencia de precios….Me lo quiero comprar todo!!!!

Nos tomamos una cervecilla y unos licuados para refrescarnos y regresamos a casa en condiciones bastante lamentables a causa de este calor aplastante. Pero llegamos a casa y resulta hacer casi más calor aquí que fuera. Esto es horrrrrible!!! Y para más inri, nos brean los mosquitos, buenp, sobre todo a vicky, que a pobre parece una picadura toda ella.

Cambiamos el plan de salir por San Telmo y vamos al bar de El Mago, un sitio precioso y muy acogedor. Y tenemos la suerte de poder disfrutar de un eclipse lunar completo, el primero en el hemisferio sur que podemos ver todos nosotros. Qué casualidad, no?

El Mago nos deleita con unas delicias culinarias hechas por su madre: tartas de verduras y una pizza vegetariana (por supuesto, todo vegetariano) y , entre esto, y el fresquito del aire acondicionado, consensuamos que este bar es nuestro lugar preferido para refugiarnos del calor. Mientras el resto nos poníamos ciegos a beber, Matías en el baño y Juanjo echándose una siestecilla en el sillón del bar. En fin.

Y volvemos a nuestra hornocasa a eso de las 4. HASTA MAÑANA!!!

Buenos Aires, 19 de Febrero

Nos levantamos bien prontito, hemos descansado lo justo pero hay que madrugar para llegar pronto a Buenos Aires, ya que el Mago tiene que abrir su bar, con lo que tenemos que llegar más o menos pronto.

Enseguida nos vamos a desayunar al recibidor del hotel, donde nos dan, para variar, unas facturas… Están riquísimas ummmmmm… En fin, que casi con el horario previsto, a las 9 y media partimos, nos quedan 700 kilómetros para llegar. En esta parte conduce Pedro, y parece la más sencilla, no hay apenas tráfico con lo que no hay que adelantar.

Hoy Vicky no viene con nosotros, va en el Corsa con Matías… Con lo entretenido que se hace el viaje con ella… Bueno, en el Corsa, conduce primero Matías, una buena tirada hasta que nos paran en uno de los controles de carretera que hay aquí y le piden la documentación (en todas las entradas o salidas de pueblo hay un control permanente de la policía)…. Uisss ¡que Mati tiene el carnet caducado!

No pasa nada, saca el pase de prensa que hizo Vicky, dice que es periodista argentino trabajando en Madrid y que el carnet no lo encuentra, que debe estar en otro coche. Así que le dicen que mande un fax con el carnet lo antes posible. Eso si, no puede continuar (de momento) así que en el Corsa toma el relevo Vicky.

Hasta ahora va la cosa muy bien, pero la cosa empeora cuando Cervi toma el volante del Toyota, porque empieza a haber muchos camiones que adelantar y bastante tráfico contrario… Vicky tiene un adelantamiento complicado, por los pelos, y Cervi tiene problemas para adelantar… Pero bueno, continuamos más despacio y ya está.

Luego Matias vuelve a conducir el Corsa y a mi me toca el Toyota, en la entrada a Buenos Aires, y la verdad es que menudo estrés. Entre los adelantamientos complicados (nos pusimos a adelantar un camión y al empezar a adelantar nos dimos cuenta que eran cuatro mega camiones pegados), la ausencia de autovías hasta la entrada de la ciudad, el estrés del callejeo posterior… Terminé cansadísimo.

Es gracioso como conducen aquí. Los límites de velocidad están de adorno, podrían ahorrarse la pintura de las rayas de los carriles porque nadie los hace caso, todo el mundo adelanta con línea continua… En fin, lo que quiero decir con esto es que hacer un viaje de 4000 km por estas rutas y llegar sin más contratiempo que una rueda pinchada no está nada mal, no?

Bueno a las 5 y media llegamos a casa del Mago y ahí nos quedamos, a pasar calor y descansar, porque madre mía la que cae en Buenos Aires hoy!!!

General Acha, 18 de Febrero

Nos levantamos con el firme propósito de irnos bien pronto, pero bueno, tenemos una buena pachorra… Primero tenemos que hacer tareas, comprar un forro para Matías, luego ir a por dinero, luego ir a comprar una rueda para nuestro Chevrolet Corsa (a las 11 y media ya estaban los deberes hechos)… Pero arrancar con tanta gente es dificultoso así que hast a la una no nos pusimos en ruta.

Aquí nos separamos de Barra que tiene que marcharse hacia Mendoza, tiene unos mil kilómetros el sólo, pobre, menos mal que hará noche de camino para descansar.

Esta es nuestra ruta prevista aproximada: Nuestra ruta hoy

Yo soy el primero en conducir, me pido la parte de curvas a la salida de Bariloche. Dos horitas hasta que llegamos a Punta del Aguila, donde paramos a hacer la comida habitual (bife de chorizo, y milanesas a gogo), comemos rapidito ya que sólo hemos hecho unos ciento y pico de kilómetros de los mil que queremos hacer hoy hasta Santa Rosa.

Lagos de caminoMás lagos

Aquí estoy agotado de la ruta y de los adelantamientos, así que toma el relevo Vicky hasta pasado Neuquén. Aquí repostamos, ya que vamos a cruzar la Pampa y en el desierto no hay estaciones de servicio en muchos kilómetros, y cuando ves una gasolinera hay que echar Nafta por si acaso.

Pasado Neuquén y sus mil semáforos para atravesarlo, Vicky deja los mandos de la nave a Pedro. En el otro coche sigue conduciendo Matias, se está haciendo todo el viaje el sólo.

Seguimos un buen rato, atravesando la Pampa observamos paisajes impresionantes, llanuras hasta donde alcanza la vista, ni un árbol alrededor, y rectas que se pierden en el horizonte. Arbustos y más arbustos. Y la verdad que poco más, si exceptuamos un embalse impresionante que hay a mitad de camino que parece un mar, pasamos sobre su presa que mide kilómetros.

Este embalse abastece de electricidad a media Argentina Cruzando La Pampa

Un poco más tarde paramos para hacer una foto a la puesta de sol, pero no encontramos un sitio adecuado y cuando vemos uno, se nos ha puesto el sol, pero da igual, podemos hacer fotos a las nubes que están increíbles.

Anochece en La Pampa  Que anochecer...

Venga chicos, una para la portada del disco

De nuevo cojo el volante. Quedan muchos kilómetros hasta Santa Rosa, así que decidimos parar en el pueblo anterior, General Acha, aunque aún quedan 200 para llegar… ufff si son las 9 y media… Madre madre madre madre… Menos mal que las carreteras son rectas interminables, pero con el cansancio acumulado, se hace pesadísimo conducir así. El caso es que por fin a las 12 y algo llegamos al pueblito, y paramos en el primer hotel en el que encontramos una habitación con seis camas, la pillamos y vamos a un resto-bar al lado a comer la comida habitual…

Y a dormir, somos siete, así que hay que repartirse, y como no apetecía dormir dos en una cama de 80 cm, María se ofrece, bueno, se empeña, en dormir en el suelo con el aislante inflable. Aunque no se duerme mal ahí, no conseguimos convencerla de que nos deje cambiarle el sitio… En fin, a dormir que es la 1 y media y a las 8 tenemos que levantarnos para llegar pronto a Buenos Aires.

San Carlos de Bariloche, 17 de Febrero

Hoy empezamos nuestra ruta de vuelta. Nos ponemos el despertador prontito, que hay carretera por delante, unos 300 kilometros hasta llegar a nuestra primera parada, Bariloche.

Con nuestra parsimonia habitual, nos metemos en ruta un poco antes de las 10 de la mañana… Eso si, hay que tener en cuenta que por una vez salimos antes de la hora prevista, ¡todo un logro! En fin, desandamos nuestros pasos, con lo que tocan los 80 o 90 kilómetros de vuelta por la pista forestal del pinchazo, pero esta vez sin más incidencias. Esta vez sólo nos ha quedado admirar el paisaje del parque, una maravilla (a la ida no pudimos verlo entero, por que se nos hizo de noche).

Nuestra primera parada es en El Bolsón de nuevo, llegamos sobre las 2 a hacer una parada para comer. Allí llamamos a René, el dueño de las casas de Bariloche, a ver si nos puede alojar, y por suerte, tiene libre nuestro apartamento, bueno en realidad dice que tiene dos chicas, pero dice que las recoloca. Genial. Dormir en una camita uiiiiii…

Allí «desayunamos» unos sandwiches, etc… Vamos lo habitual, que nos estamos poniendo gochos a base de bien… Enseguida seguimos, rumbo a Bariloche a ver si llegamos pronto, y tras el camino de curvas, conseguimos llegar a eso de las 4 de la tarde. Uy la camita, vaya como me mira, voy a probarla… Ahí que me quedé hasta las 7 o así, hasta que vinieron a rescatarme, que mientras me eché la siesta todos se fueron a dar una vuelta. Por cierto, que llegaron todos muy contentitos, porque se liaron con un par de cervezuelas de tres cuartos de litro jajajaja…

Antes de la siesta nos despedimos de Quique, el primer integrante del grupo que se separa de la expedición. Tiene que volver antes a Buenos Aires por el curro, así que ha cogido un Bondi que tardará unas 20 horas en llegar.

No nos apetecía salir, así que enseñamos a Cervi a jugar al tute, luego Vicky se animó a jugar al mus, y así estuvimos un buen rato hasta que nos dimos una vueltita a buscar algo rápido para cenar en el apartamento.

Anochecer desde el apartamento en Bariloche

Y a la cama prontito que toca descansar y mañana será un día duro de ruta con el coche.

Lago Verde, 16 de Febrero

Nos levantamos a las 11, eso sí, hoy tenemos pensado hacer actividades. La actividad será hacer una rutita a pie para ver una parte del Parque Nacional, una isla donde se encuentra el Alerce más longevo de Argentina. Los Alerces son unos árboles primos de los cipreses, y moradores de esta zona (por esto se llama el parque así) además de los Arrallanes, árboles de corteza anaranjada.

Un Arrallán

Al levantarme me doy un paseo por la orilla del lago y contemplo un par de caballos disfrutando del forraje y del solecito matutino…

Los caballitos al sol  

A la una partimos, compramos algo de agua y tiramos por el borde del lago. Al principio parece el camino sencillo, pero enseguida se complica, hay que pasar por unas rocas al lado del lago, y aunque no es muy peligroso hay que andar con cuidado… Así que trepando, saltando y demás, tras una hora y algo de camino, llegamos a una pasarela, un puente colgante que da acceso a la isla donde se encuentra el árbol.

Desde el sendero, el lago verde El camino se complica

Ya llegamos, que no se note que posamos El puente colgante

Hay que decir que esta parte del parque la tienen super cuidada, el resto también pero esto lo tienen con mucho mimo, aquí no se puede ni fumar ni coger una flor (a Vicky la regañó una guardia forestal porque llevaba una en la oreja). En fin, proseguimos por el sendero que rodea la isla y tras un rato, llegamos al arbolito.

El alerce centenario300 años tiene

Nos quedamos un rato admirándolo, y las aguas azules del río Menéndez que llevan al lago del mismo nombre (aquí salió la típica broma que es el lago del Rodriguez Menéndez o de Menendez Pelayo)… ¡Cuánta imaginación!

El río Qué aguas, dan ganas de tirarse de cabeza

En fin, seguimos y llegamos a una playita donde al otro lado del lago se pueden admirar, a lo alto de la montaña, el glaciar de Tordesillas, con lo que nos hacemos una fotito y continuamos, que la tarde amenaza lluvia de nuevo, y el recuerdo del día del lago Puelo nos acompaña…

 Lago Menéndez y glaciar Tordesillas de fondo

Tras rodear toda la isla, llegamos de nuevo al puente. Buscamos nueva ruta, para no ir por las piedras de cuando vinimos, Matías nos logró un coche que nos acercó a María y a mi al camping enseguida, y el resto vinieron por la «carretera» andando o corriendo…

Ya estamos en el campamento base de nuevo, y el resto de la tarde lo pasamos entre darnos una duchita y descansar un rato, irnos a cenar unas pizzas vegetales, y echar cuentas de cuanto hay que pagar en el camping para ver si nos llega con el dinero de todos (esto de no tener bancos cerca)…

Afortunadamente tenemos para pagar sin problemas, el cámping de tres días nos ha costado la friolera de 770 pesos, unos 170 euros entre todos, osea 19 euros por persona los tres dias, osea 6 euros por persona y día… Increíble no?

Lago Verde, 15 de Febrero

Nos levantamos sobre las doce o así, anoche entre pitos y flautas, nos acostamos bastante tarde. Parece que el día va a ser de perreo total, estamos cansados de la ruta y el día acompaña para disfrutar del lago y no hacer más actividades…

 Increíble lago verde El Lago Verde

Nuestras actividades se limitaron a:

  • Irnos al lago a darnos un paseo a mojarnos los pies…

Remojón de pies

  • Buscar un sitio para enfriar las cervezas…

Enfriando las birras

  • Comprar en la tienda del camping unos fideos, pollo y demás para la comida, y algo para desayunar…
  • Comer…
  • Echar la siesta…
  • Jugar una partida a los dados…

Esa timba

  • Ver el anochecer sobre el lago…

Anocheciendo

Y vamos viendo cómo el día transcurre poco a poco, y observando cómo Pedro aprovecha cada esquinilla para irse echando sus siestas.

¡Que vivan las vacaciones y el ganduleo!

Como hay poco que contar del día de hoy, aprovecho para poner la primera edición de nuestro diccionario argentino-español:

  • Alargavistas = prismáticos
  • Dale = vale
  • Guita = dinero
  • Pucho = cigarro
  • Anteojos = gafas
  • Nafta = gasolina
  • Bondi = autobús
  • Remis = Taxi

Lago Verde, 14 de Febrero

Nos levantamos prontito, María, Vicky y yo, y vamos a dar un paseo a ver el lago y tomar un café en la cafetería del camping, aunque hasta las 10 no abre, así que hacemos tiempo al fresco del lago… Y tanto, hace bastante fresqui, esperemos que salga el sol.

Amanecer en Lago Puelo

Nos tomamos un café que nos templa el cuerpo, y al rato volvemos al campamento, y vemos que aún nadie se ha levantado… Supongo que los chicos se acostaron tarde… Bueno, como ha empezado a hacer sol, empezamos a tender todo para que se seque bien, y de paso que las tiendas se sequen…

A la 1 más o menos se levanta el último de los integrantes de la excursión. Nos cuentan que acabaron a las 7 de la mañana, parece que la noche fue de copillas y tal, asi que alguno acabó más tocado que otro… Sobre todo Cervi que cuando se acostó trataba de meterse en el saco de dormir de Matías, darle abrazos… Jejejeje menudas risas cuando se levanta y le contó Mati el suceso, no se acuerda de nada… jajajaja

Bueno, que a las 2 o así volvemos a El Bolsón a comer y aprovisionarnos. Comemos en un sitio estupendo, siguiendo con nuestra dieta rica en bife de chorizo y demás despieces de la vaca… ¡Madre mía lo bien que se come en este país!

Al salir del restaurante, los amigos de Mati van a hacer sus gestiones… Parece que se hace un poco tarde, las seis, las siete… Y aún queda mucho camino… Así que decidimos tomar la delantera, y Cervi, Quique y Vicky en un coche, y Pedro, María y yo en otro, nos subimos en los coches y tiramos hacia el Parque Nacional de los Alerces.

Matías se queda atrás, y nos da indicaciones de cómo llegar al parque y al Lago Verde, nuestro destino final. Tiramos sin más incidencia, ufff… para llegar al lago hay que tomar un camino lleno de piedras, que parece una pista forestal, y deben ser casi 80 kilometros de distancia… Bueno, sabemos que tenemos que llegar a Cholila (según Pedro, es donde se escondieron Sundance Kid y Butch Cassidi).

De camino admiramos los impresionantes paisajes que nos ofrecen los Andes…

La Ruta Increibles paisajes

Pero antes de llegar al lugar, vemos que el coche que conduce Vicky se queda atrás… Paramos a esperarles, parece que no llegan, tras un rato, vamos a por ellos, y vemos que están vaciando el maletero… Jeje han pinchado… Parece que llevaban un rato oliendo a goma quemada, y Vicky dejó conducir a Cervi y a los 50 metros se dieron cuenta de que estaban pinchados… Y tanto, la rueda delantera derecha está destrozada… En fin, cambiamos la rueda y seguimos que aún queda.

Uy

Llegamos a Cholila y compramos víveres, y al poco, encontramos a Mati y sus amigos, y proseguimos ruta. Son las 9, queda hora y media de camino… uffff…. Se nos hará de noche…

El Super Mapa

En fin, seguimos, siempre admirando los paisajes increíbles de la zona.

Anochecer en Los Andes Increíble valle

Llegamos a la entrada del Parque Nacional, y en el puesto de entrada, nos dicen los amigos de Matías que mejor no hablemos que a los argentinos les cobran menos al entrar… Así que tratamos de evitarlo, menos cuando necesitan pedir las llaves del baño, y cuando se las dan, Vicky contesta un ¡GRASIAS! con un estupendo acento… mejicano… Algo así como Ansar con el «Estamos trabajandou en ellou»…

Por fin, sobre las 11 llegamos al camping, un camping de lujo… Encontramos un par de parcelas bien situadas, cerca de los baños y al lado del lago verde, aunque ahora no se ve nada, estoy ansioso por que amanezca y ver los paisajes…

Plantamos las tiendas y mientras, Matías se asa el capón que compramos en Cholila. ¡Vivan los asados argentinos!

Eso sí, que frío hace aquí… Nos hemos quedado tiesos… Pero bueno, el sitio bien merece la pena el camino y el fresco.

Lago Puelo, 13 de Febrero

Nos levantamos con una asombrosa parsimonia. Ummm parece que esto va a ser así todo el viaje, aunque aprovechamos para descansar bien, sobre todo los chicos que llevan a sus espaldas dos mil kilómetros de viaje. Salimos a dar un paseo por Bariloche y de paso aprovechar para comprar algo para desayunar, unas facturas, leche… Genial para comenzar el día.

Tras volver al apartamento y desayunar, nos ponemos en marcha tras esperar al Cervi que en el último momento decidió irse de compritas… En fin, nos montamos en los tres coches y partimos rumbo a El Bolsón, un pequeño pueblecito a 150 kilómetros de distancia de Bariloche, chiquitito, tranquilo, y una vez allí pudimos comprobar como hay montado un mercadillo ideal para dejarse unos pesos en regalitos. Al parecer, este lugar es el centro de un movimiento hippie de hace años, en el que se concentraron en esta zona con la creencia de que en caso de guerra nuclear, este sería el único lugar que no sería afectado, además, al parecer, también fue un movimiento contra la construcción de un reactor nuclear.

En El Bolsón, tomando el sol y los Andes al fondo

Comemos algo rápido y tras un rato, marchamos hacia el Lago Puelo, sólo Vicky, Mati, Pedro, Cervi, Maria y yo. El resto se quedó en Bariloche haciendo día allí. Al poco, llegamos al lago y a nuestra siguiente estancia, el camping del lago. Tenemos dos opciones, el camping agreste y el organizado, el organizado mucho mejor por sólo dos pesos más por persona. Así que ahí nos quedamos. Damos un paseo buscando una parcela con buena pinta y ahí acampamos.

Tras un rato… uhuh… Parece que empieza a llover, bah, serán unas gotas de lluvia de verano… Pero parece que no… Así que a toda prisa nos ponemos a montar las tiendas de campaña, y a correr a refugiarnos bajo un árbol. Menos mal que cogimos el chubasquero porque parece que la lluvia se prolonga… Y tanto, porque la cosa va para largo, tanto que nos llueve toda la noche. Eso sí, gracias a la Cruz de Sal del Mago, tenemos un rato de descanso de lluvia, suficiente para que Matías prepare un arroz con verduras genial en su puchero, y para cenar. Porque nada más cenar otra vez a llover… Así que por mi parte me meto en la tienda y a dormir para estar al resguardo.

Como sopas

El resto de los chicos se queda de copillas hasta altas horas… Con lo bien que se está sin estar mojado dentro de la carpa…

San Carlos de Bariloche, 12 de Febrero

Nos levantamos prontito, no sin dificultad porque la cama nos ha atrapado… Tras un rato de lucha nos levantamos a desayunar, que para mi gusto, estaba regulín. Y de vuelta a la habitación a hacer la bolsa.

Como convinimos a las 10 y cuarto está esperándonos el autobús de la empresa Tiempo Libre para llevarnos de vuelta al aeropuerto internacional de Pin y Pon, estooo de El Calafate. Facturamos, pagamos las tasas, y tras una larga cola pasamos a embarque. Aquí pasamos el susto del día, cuando tras un rato sale una señora de la puerta de embarque vociferando nuestros nombres… ¡Si no hemos oído llamar a nuestro vuelo!

Casi nos quedamos en tierra, que susto, sobre todo Maris que al oir su combre, cogío el bolso y echó a correr sin mirar atrás, mientras yo recogía:

  • El portátil
  • La mochila
  • La bolsa con los forros

Y echo a correr detrás, mientras oigo una voz que me dice ¡CORRE MULA FRANCIS! Lo mejor es cuando dentro del avión Maris me pregunta ¿Has cogido todo? ¿Nos hemos dejado algo?…

En fin… Que el vuelo ha sido rápido y sin más percances hemos llegado a San Carlos de Bariloche. Tomamos un remis al Centro Cívico (plaza donde está el ayuntamiento, la policía, el centro de información turística) para esperar al resto del grupo. Nada más bajar me meto un bife de chorizo de campeonato porque la comida del avión ha sido un poco pufff… Y a esperar…

Centro Civico Lago Nihuel Huapi

Cuando rondan las 6 de la tarde, recibimos una llamada de Vicky diciendo que les quedan unas dos horas de viaje, con lo que comenzamos a buscar un sitio para dormir…

En la plaza, si te ven con macutos, se te acerca gente ofreciendo apartamentos. Una chica nos ofrece un par de apartamentos para los nueve integrantes del viaje, por 350 pesos. Además preguntamos en la oficina de información turística, donde nos informan de albergues baratitos…

Esperando al resto de la expedición

El resto de la tarde lo pasamos al solecito de la ciudad, esperando y oteando por si aparecieran los coches… Y haciendo tiempo, sentados en un banco del Centro Cívico, y admirando el impresionante lago Nihuel Huapi. Pero los chicos no aparecen y el sol se oculta, con lo que el frío nos empuja a irnos a tomar una cervecita a un local cercano. A los pocos minutos nos llaman (casi a las nueve, aquí en las carreteras se tarda más de lo que parece) y nos reencontramos con Vicky y Matías… El resto del grupo viene más atrás, porque van parando de vez en cuando a hacer fotos del camino.

Vamos a buscar a la chica del apartamento, pero supongo que o por la hora o porque había colocado ya los apartamentos, no la vemos así que vamos a mirar al bloque en el que nos dijo que había apartamentos en alquiler. De camino nos aborda un chaval de aspecto poco recomendable (para hacer cosas legales) pero que nos consigue alojamiento. Un apartamento genial con 12 camas en literas, en dos plantas, de maderita… Todo un triunfo…

Planta de arriba del apartamento

Genial, una vez alojados, nos vamos a cenar al centro a un lugar que conoce Matías de otros viajes. Cenamos increíble, bifes de chorizo, lomos, yo por mi parte una especie de guiso de ciervo muy rico, aunque Vicky que pide lo mismo que yo, no opina igual. Cuando estamos a medio plato, llega el resto de la expedición, Pedro, Cervi, Mago, Quique y Barra (los tres amigos de Mati que se apuntan a la excursión).

Y poco más, a la camita que mañana nos ponemos en ruta y nos acercamos al Parque Nacional de los Alerces.