Lisboa, 28 de agosto 

¡Hola a todos! Aquí estamos actualizando este humilde blog para relatar nuestro pequeño viaje veraniego por Portugal. Este año hemos decidido dedicar unos días de descanso veraniego a visitar Lisboa y Oporto, así que… ¡allá vamos!

Nos levantamos con ganas de disfrutar nuestro viaje por tierras lusas. Tampoco es que nos demos un madrugón porque no llevamos prisa y hasta las 3 (hora portuguesa) no podemos entrar al hotel. Así que salimos del pueblo sobre las 12 del mediodía. Una hora y media después paramos en una gasolinera a llenar el depósito del coche y a comprar víveres (agua, jamón, pan, chuches) y seguimos camino.

Como no llevamos prisa decido evitar el peaje en Portugal. Para esto, transitamos por las carreteras N6, y N251 y alguna secundaria más que nos hacen tardar una hora más que por la autovía pero merece la pena ver los pueblitos portugueses. El camino es agradable y las chicas duermen. Y finalmente, tras un relajante camino sin apenas tráfico, nos aproximamos a Lisboa tras tener que realizar unos cuantos adelantamientos. El GPS nos lleva por el puente Vasco da gama, impresionante lo largo que es, casi tanto como el resto del viaje jaja (no)

Tras algo de callejeo con el coche porque el GPS no daba exactamente con el sitio, llegamos a nuestro hotel ¡en todo el centro! Se trata del hotel Gat Rossio, Justo al lado del monumento de los restauradores… perfecto para hacer de base de operaciones para esta visita fugaz de dos días. Tras registrarnos y darnos una breve ducha para refrescarnos y estar más cómodos, salimos a aprovechar lo que nos queda de tarde. 

Bajamos a dar un paseo por la Rúa Augusta, primero compramos unas natas de Belén, riquísimas, y luego caminamos hasta llegar al arco de la Rúa Augusta y la Praça do Comercio.

La puerta de la Praça do Comercio

Aquí estamos un ratito haciendo fotos y viendo el río tajo. Tras meditar un ratito cuales serán nuestros siguientes pasos, decidimos subir hacia el Castelo de Sao Jorge

Subimos por la cuesta de Lauro de santo Antonio da Sé, y podemos visitar la iglesia de Magdalena y después ver por fuera la Catedral de Lisboa. Mala pata que ya eran más de las 6 y ya no se podía visitar.

La Catedral de Lisboa

Seguimos callejeando cuesta arriba hasta llegar al castillo. 12 euros entrada de Adulto y 7 la de adolescente (niños gratis). Pasamos a hacer la visita y lo pasamos en grande dando una vuelta y haciendo fotos. Nos tomamos un pequeño refrigerio mientras admiramos la puesta de sol desde esta privilegiada vista.

Unas vistas estupendas desde el Castelo de Sao Jorge

He de decir que hoy hace fresquito así que en cuanto se esconde el sol nos bajamos al centro a cenar. Damos una vuelta de nuevo por la Rua Augusta buscando un restaurante que conocía de otra ocasión pero no somos capaces de encontrarlo. Guiado por alguna extraña intuición o señal divina, entramos en un restaurante random (porque el señor de la puerta nos aborda) y resulta ser el sitio que estábamos buscando… que cabeza la mía. El sitio se llama Restaurante Cervejaria Lisboa Portugal, en la Rúa dos Correiros.

Aquí tomamos un bacalao a bras, unos calamares a la plancha, una ensalada de pulpo y unos cuantos ádreles de bacalao. Todo buenísimo y nos tratan fenomenal. Un acierto repetir.

Salimos y hace frío así que a la habitación a descansar que estamos ya un poco cansados del viaje. ¡mañana tenemos todo el día para conocer la ciudad!