Bueno, pues ya se
acaban las vacaciones, que lástima, que poquito tiempo hemos tenido. Bueno, ya
volveremos a Irlanda, eso seguro, porque nos ha gustado mucho y nos quedan
muchas cosas que conocer.
Nos levantamos,
desayunamos, recogemos toda la caravana, hacemos las maletas… Y sobre las 11 de
la mañana nos marchamos del camping de Galway dirección Dublín.
Afortunadamente, una vez que hemos salido de las calles de Galway ya tomamos la
autopista directa hacia Dublín, que tras tanta carretera estrecha, nos parece
que vamos en alfombra voladora. Eso sí, los kilómetros en caravana van más
lentos, así que el viaje se hace largo.
Alrededor de la 1
llegamos a la estación de servicio donde repostamos el primer día, donde
hacemos parada para comer, ya lo teníamos planeado así porque sabíamos que aquí
había un Burger King y se lo habíamos prometido a las niñas. Blanca dice que la
carne de las hamburguesas aquí está más rica que la de España…
Continuamos ruta y
tras una horita más, llegamos a la granja de Indie Campers, para devolver
nuestro vehículo. Ahí, tras las comprobaciones de que todo está bien, charlamos
un rato con los chicos que llevan la oficina. Nos cuentan que han abierto la
oficina hace menos de un mes, así todas las caravanas están nuevas (ya nos
habíamos percatado de que nos la alquilaron con poco más de 3500 km). Y creo
que gracias a eso logramos alquilar una caravana, porque la reservamos una
semana antes de nuestra partida y en ninguna otra empresa tenían disponibles.
El encargado de
Indie Campers nos dice que nos montemos de nuevo en la caravana y nos acerca al
aeropuerto. Adiós Indie!!!!
Y bueno, pues ya no
os aburro más con la vuelta, facturar maleta tras una cola de chavales que
vuelven a España de intercambios, el vuelo tranquilo con Iberia Express, aunque
con media hora de retraso, y Vicky nos recoge del aeropuerto para amablemente llevarnos
a casa. ¡Gracias!
Bueno comienza el
penúltimo día en Irlanda. Esta noche hemos dormido geniaaal, casi hemos pasado
calor en comparación con la noche de ayer. También hemos sido capaces de hacer
funcionar la calefacción y el agua caliente (a buenas horas jeje) y aunque no hemos
puesto en marcha la calefacción, sospecho que el calentador algo nos ha
calentado la caravana porque casi hemos sudado…
Tras nuestro
desayuno habitual en la caravana, nos ponemos en marcha desde el camping de
Westport House, en dirección de Galway. La ruta ha ido sin sobresaltos, lento
cómo todas las carreteras irlandesas pero bien. Sobre la 1 aprox llegamos a
Galway y buscamos nuestro camping, a las afueras de la ciudad, vamos pronto
porque necesitamos rellenar el tanque de agua que lo llevamos más seco que el
Manzanares en agosto…
Llegamos y tras
rellenar tanques y aparcar, hacemos la comida, preparamos una ensalada de pasta
muy rica, y después de comer, María se acuesta un rato para descansar y las
niñas y yo vamos a buscar un geocache cercano. Lo encontramos enseguida y
volvemos a la caravana dando un paseo por la playa.
Cuando volvemos María ya se ha despertado y, a sugerencia del amable dueño del camping, vamos al centro de la ciudad en bus porque aparcar allí es muy difícil y el tráfico es malísimo. Lo segundo lo podemos comprobar nada más montar en el autobús.
Bueno, nos bajamos
en el final de la línea en Eyre Park, y damos un paseo por el barrio medieval
de la ciudad, un barrio muy bonito y con mucha vida. Aprovechamos las tiendas
de la calle Store Street para hacer unas compras de souvenirs que, como siempre,
Olivia encuentra a la primera y a Blanca le cuesta mucho elegir. María compra
un imán para la nevera, las tradiciones mandan…
Después del paseo,
cuando ya empezamos a cansarnos vamos a buscar el último geocache, que nos
cuesta un poco más de la cuenta porque las pistas estaban mal puestas. Después
de firmarlo, nos vamos de nuevo al centro para tomar algo y cenar. Los bares de
la calle Store Street está totalmente petados, así que volvemos al Eyre Park y
allí nos metemos en un pub donde cenamos estupendamente comida irlandesa. María
hamburguesa, las niñas fish and chips y yo lomo de cerdo. Todo muy rico. El
punto gracioso es que la señora de la mesa de al lado pidió también una
hamburguesa que incluía una pinta y como no la quería nos la regaló…
Y vuelta al camping.
El autobús pasa cada hora y aparentemente según el horario había pasado hacía
10 minutos así que volvimos en taxi, el señor del taxi muy amable y animado nos
fue dando buena charleta jajaja y nada, a descansar hasta mañana que aún nos
quedan 3:30 de carretera de vuelta a Dublín.
Vaya nochecita!!!!
Después de estar hasta las 2 de la mañana oyendo llover a tope, paró la lluvia
pero quedó el viento huracanado que hacía que la caravana se bambolease… Así
que esta noche no hemos dormido tan bien. Eso sí, ayer fuimos capaces de activar
el agua caliente y la calefacción de la caravana, así que hemos dormido
calentitos el rato que hemos logrado dormir.
En cuanto al día de
hoy, después del desayuno desmontamos todo (electricidad, gas, desagüe de agua
sucia, limpiar los cacharros de cocina, meter la escalera en el maletero
etc…) ya con una soltura del que lleva toda la vida en esto. Eso sí, el aire
sigue, que os lo cuente Olivia que abrió la puerta de la caravana para salir y
se abrió tan de golpe por la fuerza del viento que la arrastró y se quedó
colgada de la manivela jajajaja menos mal que no se hizo daño.
Y seguidamente nos
encaminamos a la playa de Keen, muy cerquita del camping de Keel. Este era un
antiguo punto de avistamiento de tiburones ballena (y pesca), que ahora ha
quedado para uso lúdico. Una visita muy bonita, a partir de aquí se supone que
hay un camino a los acantilados pero con la niebla y el viento no nos atrevemos
a buscarlo (tampoco sabíamos exactamente dónde comenzar a andar).
A continuación vamos
a visitar el parque Nacional de Balleroy, que nos recomendó Alfonso porque hay
una pequeña ruta que caminar muy sencilla para hacerla con las niñas. Este
parque es una turbera, y cuentan cómo se formó y como se usa la turba aquí como
combustible. Antes de empezar nos hemos cocinado una pasta en el aparcamiento
(cómo mola viajar en caravana) y después de comer hemos hecho el paseo. Aquí
hemos empezado a jugar al geocaching, un jueguito móvil consistente en buscar
pequeños tesoros escondidos por otros jugadores, y casualmente en el final del
paseo consigo encontrar el tesoro escondido bajo una piedra… Qué ilusión nos
ha hecho, las niñas han alucinado. Firmamos el libro de visitas y lo dejamos
tal cual estaba antes con cuidado de que nadie nos vea guardarlo. Y por cierto
que no se me olvide el viento que hace aquí, casi se me vuelan las ideas!!!!
Qué horror.
Ya después de esto
toca empezar a volver hacia Dublín que está lejillos y pasado mañana se acaba
esto… Así que volvemos a pasar por Newport, el pueblito pequeño pero
pintoresco en el que no pudimos parar ayer. Aquí, después de tomar un café muy
Expresso, vemos que hay otro geocache en un parque muy cercano que se llama
Princess Grace park, así que vamos a la búsqueda. Entramos en el parque que es
un bosque muy cerrado y bonito, y cuando llegamos al lugar del GPS, nos ponemos
a buscar. Esta vez es María la que encuentra el cofre, escondido bajo un hueco
del árbol, pero ninguna se atreve a cogerlo, así que meto yo la mano. Esta vez
el cofre tenía un montón de cositas pero no se debe coger nada del tesoro sin
dejar nada a cambio, así que como no llevamos nada para intercambiar lo dejamos
tal cual, después de firmar en el cuadernito de visitas. Por cierto aquí el
tiempo ya mucho mejor, va apareciendo el sol y el aire ya se ha calmado.
Seguimos viaje,
abandonamos Newport para llegar a Westport, Pueblo que ya nos gustó mucho hace
unos días. Paramos a comprar víveres y nos vamos a por el tercer geocache, que
estaba en un bosque muy bonito al lado de Westport Quay. Lo encontramos tras un
breve paseo, gracias a las pistas que nos dejó el dueño, ya que el GPS no nos
decía muy bien donde estaba. Este estaba escondido debajo de tres piedras. Como
el primero, el tesoro solo tenía un cuaderno de visitas firmamos y lo dejamos
guardado en su sitio de nuevo.
Nos tomamos una
cerveza en un bar con música en directo, hasta que nos damos cuenta de que se
nos hace tarde para buscar camping y el de Westport nos cierra en 15 minutos
así que salimos disparados. Cuando llegamos al camping no nos abren… Oh oh…
Pero sale un coche, se abre la barrera y nos colamos, aunque no hay nadie en la
oficina… Conseguimos encontrar al seguridad en el bar del camping cenando, y
muy amablemente nos atiende dejándonos quedar aunque con la condición de que
paguemos mañana por la mañana.
Genial problema
resuelto, ahora la cena… Vaya, parece que el bar del camping cierra ya,
bueno, tenemos cena en la nevera! Ya veis que mola esto de la caravana jajajaj
nos vamos a duchar a la ducha del camping y luego preparamos la cena, nada muy
elaborado que ya estamos cansados. Y tras cenar las niñas están reventadas ya,
así que todos a dormir. Hasta mañana!
Bueno, tras el rato
de desayuno y puesta en marcha (y sospecho que para desesperación de mi cuñado,
porque somos lentos de arrancar) nos ponemos en marcha hacia Newport. El plan
es hacer una excursión en el parque nacional de Connemara, en el que hay una
ruta muy agradable y un centro de conservación de la naturaleza. Pero cuando
nos ponemos en marcha empieza a llover a mares… Tanto que tras aparcar en
nuestro destino para ver si era factible, nos hemos puesto como sopas, y
tenemos que descartar la excursión.
Plan B, vamos a ir a ver la Abadía de Kylemore, cerca de aquí, pero lamentablemente el tiempo sigue sin acompañar, aún podemos hacer un par de fotos pero no hay manera, nos mojamos mucho y nos tenemos que volver a cambiarnos de ropa.
De modo que continuamos hacia Westport, Blanca y Alfonso se adelantan con el coche y nosotros marchamos detrás al ritmo que nos deja el tráfico. Aquí tenemos una pequeña tregua del día de lluvia, comemos en un café crepería, Blanca y Olivia una pizza, Alfonso unos gnocchi, María una ensalada cesar y yo una tortilla campesina, todo rico… Aunque el crepe de Nutella de postre de las niñas intuyo que más jajaja
Salimos y nos
despedimos de Alfonso que tiene que volver a Dublín a trabajar, ya volamos
solos… Seguimos hacia Newport pero llegando viendo el tiempo que hace
seguimos camino hacia Achill Island. Y bueno, sigue lloviendo a mares y hace un
viento que menea la caravana… Así que nos quedamos en nuestro pequeño hogar
jugando a las cartas, parchís…
Hago unos sándwiches
para cenar y nos vamos a la cama prontito esperando que mañana se haya calmado
esta tempestad.
A pesar del aguacero
nocturno y el viento que mecía nuestra caravana, hay que decir que hemos pasado
buena noche y hemos descansado bastante bien. Hemos quedado aproximadamente a
la 1 con Alfonso en Galway, así que aproximadamente a las 10:30 salimos de Doolin.
Deshacemos el camino
hecho ayer, de carretera más estrecha a más ancha pasando por alguna carretera
que parecía un carril bici, hasta que tras más de una hora conseguimos llegar a
la autopista y continuamos ruta. Aproximadamente a la 1:30, llegando a Galway
recibimos un mensaje de Alfonso diciéndonos que nos espera un poco más adelante
de la ruta, en un apartadero de la carretera.
Cuando llegamos
dejamos la caravana aparcada en el lugar de encuentro y montamos en su coche, y
la verdad que me viene bien descansar un poco de conducir. Enseguida llegamos a
un caminito en ruta a Roundstone, donde podemos ver un puesto de pesca al lado
del rio y un pony se pasa de confianzas e intenta comerse mi mochila.
Luego llegamos a
Roundstone, donde vemos una competición de remo en barcas tradicionales
irlandesas y comemos unos sándwiches y wraps muy ricos en una cafetería.
Después vamos a la
playa del pueblo, donde damos un paseo muy chulo admirando la playa de arena
blanca y agua turquesa. Y el viento del lugar, por qué no decirlo! Lástima,
porque no hacía malo para habernos dado un baño, pero con el aire no invitaba
mucho. Eso si las niñas se atrevieron a mojarse los pies.
Tras el paseo nos
vamos a recuperar la caravana al apartadero donde la dejamos y buscamos un
camping en Clifden. La estancia nos cuesta 42 euros, incluido el coche de
Alfonso. Una vez aparcamos la Camper, nos vamos a cenar a un pub del pueblo con
música en directo, y degustamos unos ricos platos irlandeses, salmón fresco,
hamburguesa y sopa de pescado. Ah y de postre un chesse cake con Bailey’s y un
apple pie.
Y ya hemos echado el
día, al camping a descansar tras una partida de Parchís. Alfonso duerme con
nosotros en la caravana, en la cama de las niñas, ahí han dormido los tres
juntitos, parece que bastante cómodos.
Hoy nos levantamos
bastante prontito, Alfonso nos recoge a las 9 porque nos va a acercar a por
nuestro vehículo. Tras un camino largo hasta un pueblito al norte de Dublín,
llegamos a la dirección convenida. Pero vemos que es una granja sin ningún tipo
de rótulo. Tras llamar al responsable nos dice que tarda aproximadamente 10
minutos, tiempo suficiente para que se nos pase por la cabeza que nos han
timado el depósito que hemos adelantado y que vamos a hacer ahora que se nos ha
chafado el plan.
Pero nada más lejos de la realidad. tras unos 20 minutos, llega nuestro amigo, muy amable y simpático por otra parte y nos enseña nuestro vehículo para las próximas 5 jornadas: una caravana.
Arreglamos el contrato, nos cuenta el funcionamiento de los mil cachivaches, quedamos con él para la entrega de la caravana a nuestra vuelta y partimos a nuestro destino del día, los acantilados de Moher.
Tras un periodo de
adaptación a la circulación por la izquierda con semejante bicho, por las
carreteritas de los alrededores de la empresa de la caravana, enseguida nos
metemos a la autopista dirección Doolin. Al principio genial, cuesta un poco
hacerse a los mandos por lo alta que es la caravana y que hace mucho viento,
pero hasta nos atrevemos a adelantar a camiones y todo… Unos valientes. En esta
autovía hay varias áreas de servicio con varios establecimientos de fast food,
así que hacemos una parada técnica en una a más de la mitad de camino, donde
nos comemos una pizza de Papa John’s.
Pero al poco de
continuar el camino, se acaba la autopista, y volvemos a carreteras
convencionales. La ruta que nos indica el GPS no parece la más adecuada para
circular con una caravana, poco a poco la carretera se va estrechando hasta
meternos por alguna carreterita apenas más ancha que la caravana, aunque
afortunadamente no había tráfico de frente. Así que al final el desplazamiento
de unos 200 km nos ha tomado bastante más de lo esperado, unas 5 horas.
Y finalmente
llegamos a los acantilados de Moher, y nos han gustado mucho, la visita ha
merecido la pena, empezando por los miradores y luego dando un buen paseíto por
la parte superior, eso sí, parece un poco peligroso para ir descuidado porque
no hay ningún tipo de barandilla o similar.
Al salir, nos vamos
hacia el camping de Doolin a aparcar la caravana y poder hacer noche, buscamos
un camping en el pueblo, que se encuentra pasado el pueblecito, aparcamos la
caravana, la conectamos a la corriente, el gas etc.. y una vez establecidos, nos
damos un paseo de un par de km de vuelta al pueblo a cenar un fish and chips en
un pub local. Qué por cierto menos mal que cogimos el chubasquero porque
llegando al pueblo se ha puesto a llover un montón!
Como siempre pasa el
primer día, nos levantamos con muchas ganas de hacer turismo. Después de
desayunar buscamos un autobús que nos acerque al centro de la ciudad, tras
preguntar en un súper y que todo el mundo tuviera dudas, un chico le aclara a
María dónde está la parada. ojo, para tomar el autobús es necesario tener
monedas, no se puede pagar con billetes y no dan cambio. A nosotros nos han
dejado pagar con un billete de 10, imagino que por ir con las niñas,
despidiéndonos eso sí de 3 euros de cambio. Qué pardillos jaja por cierto es la
primera vez que las niñas montan en un autobús de dos plantas y les ha gustado
mucho.
Primera parada,
Trinity College. Ha sido un paseíto muy agradable por la universidad, bastante
tranquila y alejada del ajetreo del centro. Tras el paseo, tomamos un café take
away y descansamos en una de los campos de juego del campus, mientras vemos un grupo
de estudiantes jugando al frisbee. Había una cola inmensa para conocer el libro
de Kells (un libro antiquísimo datado del siglo VII) así que hemos pasado de
largo.
Seguidamente salimos
y nos encaminamos a Christ Church Cathedral. Una iglesia muy bonita y
tranquila, y seguimos de paseo hacia St Patrick Cathedral, la catedral más
grande y antigua de Irlanda, que data del siglo XI. Aquí nos sentamos un ratito
en el césped del parque de la catedral mientras las peques juegan en unos
juegos infantiles ¿De dónde sacan la energía los niños?
Ya empiezan a sentir
hambre y volvemos hacia Christ Church. Justo pasada la catedral encontramos un
café que promete comida por 9,95, y nos decidimos a entrar, un gran acierto
porque nos tratan fenomenal y comemos súper bien y barato, las niñas comen pasta
carbonara, yo una hamburguesa y María una ensalada de atún.
Seguimos el día
caminando, primero por la calle Temple Bar viendo la vida de los pubs de Dublín
y luego hacia la estatua de Molly Malone, y hacemos tiempo para esperar que
salgan de trabajar Emma y Alfonso, en una tienda con cafetería que se llama
Avoca, muy cerca de allí. Aquí las niñas se ponen ciegas comiéndose una tarta
de chocolate con nata al lado riquísima. Tan grande que no se comen ni la
mitad, adivinen quien se la tuvo que comer…
Primero Emma y luego
Alfonso llegan de trabajar, casi a la vez. Tras las presentaciones vamos a
conocer el castillo de Dublín y nos sentamos un ratito en el parque para que
las niñas jueguen y charlar y de paso descansar los pies. El castillo súper
chulo. Y después nos vamos a tomar una pinta de Guinness y ya sobre las 8
aproximadamente nos despedimos de Emma y volvemos hacia la casa.
De camino, paramos en el parque de Phoenix porque Alfonso nos cuenta que suele haber ciervos. Este parque es un parque gigantesco, aparentemente del tamaño de la casa de campo, incluso tiene zoo. Pues bien, hay manadas de ciervos en libertad que viven en el parque, así que tras buscar un poco, los encontramos y nos acercamos a hacerles una foto, las niñas han alucinado (y nosotros también).
Y ya poco más, a la
casa a descansar que hoy se nos ha dado genial, a ver qué tal se da la cosa
mañana que promete. Hoy hemos andado un montón, según el móvil de María casi
15km, y las niñas han aguantado como unas campeonas.
Bueno,
pues hoy por fin empiezan las vacaciones, y nuestro esperado plan es visitar
Irlanda. En este viaje nos esperan sorpresas, visitas a la familia (mi cuñado y
mi prima viven en Dublín, ya era hora de ir a verles), el primer viaje de
turismo de las peques…
En fin,
como el vuelo sale tarde, hoy trabajo, mientras María y las niñas preparan la
maleta. A las 6 de la tarde, nos montamos en el coche de Noemi, que nos acerca
al aeropuerto, con el calorazo que está haciendo esperamos llegar prontito a
Irlanda esperando que haga menos calor, en España está siendo un verano muy
caluroso…
Ya en
el aeropuerto entregamos la maleta en el mostrador de Ryanair, pasamos el
control de seguridad y enseguida embarcamos. En el avión vamos de 2 en 2 en
filas contiguas, bastante cómodos (para ser Ryanair)… El vuelo sale muy puntual
y llegamos en dos horas y cuarto aproximadamente a Dublín.
Recogemos
las maletas y vamos al terminal de Salidas, donde Alfonso nos está esperando
para acercarnos a su casa, que amablemente nos cede durante las dos noches que
vamos a pernoctar en la ciudad, mientras él se va a dormir a casa de un amigo.
Qué feliz reencuentro entre tío y sobrinas!
Bueno,
pues ya estamos aquí, mañana visitamos Dublín, que tenemos muchas ganas de
conocerlo.