Dublin, 18 de Julio

Como siempre pasa el primer día, nos levantamos con muchas ganas de hacer turismo. Después de desayunar buscamos un autobús que nos acerque al centro de la ciudad, tras preguntar en un súper y que todo el mundo tuviera dudas, un chico le aclara a María dónde está la parada. ojo, para tomar el autobús es necesario tener monedas, no se puede pagar con billetes y no dan cambio. A nosotros nos han dejado pagar con un billete de 10, imagino que por ir con las niñas, despidiéndonos eso sí de 3 euros de cambio. Qué pardillos jaja por cierto es la primera vez que las niñas montan en un autobús de dos plantas y les ha gustado mucho.

Río Liffey

Primera parada, Trinity College. Ha sido un paseíto muy agradable por la universidad, bastante tranquila y alejada del ajetreo del centro. Tras el paseo, tomamos un café take away y descansamos en una de los campos de juego del campus, mientras vemos un grupo de estudiantes jugando al frisbee. Había una cola inmensa para conocer el libro de Kells (un libro antiquísimo datado del siglo VII) así que hemos pasado de largo.

Seguidamente salimos y nos encaminamos a Christ Church Cathedral. Una iglesia muy bonita y tranquila, y seguimos de paseo hacia St Patrick Cathedral, la catedral más grande y antigua de Irlanda, que data del siglo XI. Aquí nos sentamos un ratito en el césped del parque de la catedral mientras las peques juegan en unos juegos infantiles ¿De dónde sacan la energía los niños?

Christ Church Cathedral
Saint Patrick’s Cathedral

Ya empiezan a sentir hambre y volvemos hacia Christ Church. Justo pasada la catedral encontramos un café que promete comida por 9,95, y nos decidimos a entrar, un gran acierto porque nos tratan fenomenal y comemos súper bien y barato, las niñas comen pasta carbonara, yo una hamburguesa y María una ensalada de atún.

Seguimos el día caminando, primero por la calle Temple Bar viendo la vida de los pubs de Dublín y luego hacia la estatua de Molly Malone, y hacemos tiempo para esperar que salgan de trabajar Emma y Alfonso, en una tienda con cafetería que se llama Avoca, muy cerca de allí. Aquí las niñas se ponen ciegas comiéndose una tarta de chocolate con nata al lado riquísima. Tan grande que no se comen ni la mitad, adivinen quien se la tuvo que comer…

Primero Emma y luego Alfonso llegan de trabajar, casi a la vez. Tras las presentaciones vamos a conocer el castillo de Dublín y nos sentamos un ratito en el parque para que las niñas jueguen y charlar y de paso descansar los pies. El castillo súper chulo. Y después nos vamos a tomar una pinta de Guinness y ya sobre las 8 aproximadamente nos despedimos de Emma y volvemos hacia la casa.

Dublin Castle

De camino, paramos en el parque de Phoenix porque Alfonso nos cuenta que suele haber ciervos. Este parque es un parque gigantesco, aparentemente del tamaño de la casa de campo, incluso tiene zoo. Pues bien, hay manadas de ciervos en libertad que viven en el parque, así que tras buscar un poco, los encontramos y nos acercamos a hacerles una foto, las niñas han alucinado (y nosotros también).

Ciervos en Phoenix Park

Y ya poco más, a la casa a descansar que hoy se nos ha dado genial, a ver qué tal se da la cosa mañana que promete. Hoy hemos andado un montón, según el móvil de María casi 15km, y las niñas han aguantado como unas campeonas.