Archivo de la categoría: Roma y Toscana 2014

Madrid, 16 de Noviembre de 2014

Bueno, escribo esto en el avión ya de vuelta a Madrid. El tren desde Florencia a Roma Termini ha hecho el trayecto en algo más de hora y media. Después pillamos otro tren hacia Fiumicino (Leonardo Express, 14 pavazos de nada) y hacemos rato hasta las 8 que despega nuestro avión.

Estoy contento con el tiempo que nos ha hecho, aun a pesar de la lluvia de estos dos días la previsión del tiempo al salir de Madrid prácticamente nos aseguraba lluvias a diario, sin embargo hemos tenido hasta días de calor en Roma para poder ir en manga corta…

En cuanto a precios de la hostelería, nos ha parecido muy caro sobre todo Roma, y aunque Florencia también es cara lo no es tanto, donde nos ha sido imposible comer por menos de 50€ sin grandes dispendios… Cafés a 4 euros, cervezas a 5 o 6… Por cierto, no hemos dado propinas, porque cuando pagábamos al principio dejándola, siempre nos la devolvían como dándotelo para que te lo lleves. En fin, muy caro el nivel de vida. En cambio por la toscana imagino que al ser temporada baja no nos ha salido tan caro todo.

Los hoteles en los que hemos estado han estado más o menos bien. El de Roma nos dio mala impresión al llegar pero luego nos ha resultado cómodo, quizá el desayuno necesitaba variedad pero bueno entiendo que de un 3 estrellas en roma no puede esperarse grandes cosas. El hotel de Siena estuvo bastante bien, con una habitación muy grande y cómoda, muy limpio. Además de wifi gratis. El desayuno muy bien, perfecto para un tres estrellas… El de Siena muy bien la verdad. Una cama enorme y muy cómoda y un desayuno estupendo. Bien situado. Wifi gratis también. Un cuatro estrellas muy apañado. El peor ha sido el de Florencia. El hotel lleno de andamios, malos olores, la cama incómoda (grande eso sí), el desayuno bien pero incómodo al estar en un pasillo al lado de la puerta de entrada te quedas helado en cuanto entra alguien… Las 4 estrellas las merece muy muy justitas (por no decir que yo le quitaba una). Por cierto, ojo a las tasas diarias por alojamiento, las recauda el hotel, 3 euros por persona y día en Roma, 4 en Florencia. En Pisa fueron 2 y en Siena 1,5.

Conducir por Roma es toda una aventura, bueno en Italia en general. Van todos comiéndote el culo y ninguno indica hacia dónde va así que sorprende que en los días que hemos conducido no hayamos visto ningún accidente, ni el resto de días atropellos. En cuanto a la compañía de alquiler, no volveré a usar Locauto. Me hicieron una retención gordísima en la tarjeta de crédito que se supone que ya han cancelado. Pero otra que ya veremos si la cancelan o que, por que en Internet hay mucha gente que se queja de que les cobran golpes al coche inexistentes. El nuestro por cierto estaba llenito de ellos por todos lados cuando nos lo dieron, así que estaba deseando devolver el coche al llegar a Florencia para evitar riesgos. El coche por cierto muy bien, un Peugeot 308 muy apañado, me ha gustado su tacto. La gasolina está muy cara aquí, hemos echado diésel a 1,54 creo, hay mucha diferencia entre gasolineras, llegamos a verlo casi a 1,70. La gasolina un poco por encima del diésel.

Ojo con los carteristas en las estaciones de tren, sobre todo en la estación de Termini, están como aves rapaces en grupos de a tres al acecho del turista. Mientras esperábamos al tren para ir al aeropuerto se les veía fichando personas, bultos y maletas, desaparecieron en cuanto llegó el tren y bajó la gente, intuyo que para aprovechar el momento de confusión de entrada y salida.

En fin, la verdad es que con sus cosas me ha encantado la ciudad de Roma, y Florencia es también muy bonita y tiene algo especial, pero Roma tiene tanta historia y tiene un algo que hace que la incluya en mis tres ciudades preferidas (solo para visitar, creo que debe ser insufrible vivir aquí).

En fin, nos ha encantado el viaje, ¡gracias por leernos!

Florencia, 15 de Noviembre de 2014

Hoy nos levantamos un poquito más tarde porque ya nos puede el cansancio y porque tenemos entradas reservadas para las 10 en la galería de los Uffizi. De modo que tras un desayuno menos tempranero que el resto de los días, partimos hacia allá.

Tras ver las horripilantes colas en el museo vaticano y el acierto de llevar las entradas ya reservadas, decidimos hacer lo mismo con los Uffizi, porque en todas las guías recomiendan hacerlo así para evitar colas. Así que durante uno de los descansos que hicimos el lunes pasado, nos conectamos a Internet para comprarlas, y ayer el conserje del hotel nos imprimió una copia del voucher que hace falta para recoger las entradas.

A las 10 y cuarto y tras el descojone de María porque confundí unas puertas de cristal con unas automáticas (y yo esperando a que de abrieran), canjeamos el vale por los tickets y entramos al museo, la mayor colección de arte renacentista del mundo.

Sobre todo me gustaron las más conocidas como el Tondo Doni de Miguel Ángel, el Nacimiento de Venus de Boticelli o la Anunciación de Leonardo da Vinci.

 

Todas estas obras están en la planta superior del museo, a la que se llega nada más entrar.

La verdad es que se hace un poco suplicio por la cantidad de gente que hay, sobre todo los grupos que se arremolinan alrededor de sus guías enfrente de las obras importantes y toca esperar para poder ver… Pero bueno, con resignación le dedicamos al museo como unas tres o cuatro horas, que merece la pena tomarselo con paciencia para poder admirar sus obras.

Una de las vistas desde el lugar privilegiado del museo. El puente vecchio me tiene enamorado.

Salimos del museo a la hora de comer. Lo intentamos en un sitio al lado de los Uffizi, en la Via de Neri, pero está tan atestado de gente que decidimos volver al sitio de ayer. De nuevo unos ricos paninis, María de jamón y rúcala y yo de salchicha cruda y berenjena. Ojo a este, es delicioso.

Lleva toda la mañana amenazando lluvia, y empieza a chispear, nada importante pero empieza a hacerse incomodo pasear, así que decidimos probar suerte de nuevo con la galería de la academia. Esta vez sí que podemos entrar, y sin mucha demora, habremos esperado como 15 minutos más o menos. Al final ha resultado que no era necesario comprar las entradas con antelación, probablemente en verano sí que sea una buena idea, pero al contrario que en el Vaticano, no ha merecido la pena el sobrecoste de comprarlas por Internet.

Nada más entrar nos saltamos toda la exposición para ir directamente a ver el David de Miguel Ángel. La verdad es que es una obra que no deja impasible, por el nivel de detalle de la escultura así como las dimensiones. Sus proporciones retratan un perfecto cuerpo humano. Increíble, para disfrutar un buen rato si consigues sitio en los escasos bancos que hay.

Después podemos ver obras de pintores locales de entre el siglo XII y XVII. Además entramos en una sala de exposición de instrumentos musicales antiguos donde podemos ver varios Stradivarius.

¡Madre mía que cultureo!

Cuando salimos sigue lloviendo así que decidimos buscar un par de recuerdos y marchar hacia el hotel a descansar nuestras pobres piernecitas que se lo han ganado.

Ya escampada la lluvia, salimos a cenar a un restaurante al lado del hotel donde cenamos un riquísimo risotto della casa (María), tremendo platazo de cantidad y calidad, y tortellos de pera (yo) muy ricos también pero algo escasos. Coronamos con un buen pedazo de tiramisú delicioso.

Y nada más, ya mañana nos toca volver a casa, por la mañana haremos las maletas y a coger un tren a roma y por la tarde avión a casa. ¡¡¡Que rápido pasa el tiempo cuando se disfruta!!!!

Florencia, 14 de Noviembre de 2014

Bueno, tras la primera noche en el hotel, nuestras primeras impresiones se confirman… Encima la cama es incómoda, la ducha funciona mal por las mañanas… Un desastre de hotel, sinceramente. Bajamos a desayunar al buffet que está en un pasillo jajajajaja el desayuno rico, pero mucha gente para coger cosas y poco sitio… En fin, nos pegamos un buen desayuno para hacer comida ligera y cenar bien.

Salimos del hotel y vamos a ver la catedral de Santa María Novella.

Después bajamos hacia el rio Arno para poder ver el pintoresco Ponte Vecchio con sus casas encima, bueno, cuando te acercas te das cuenta de que en realidad no son viviendas sino joyerías de lujasmen.

Nos damos un paseíto mirando los escaparates que están abiertos y continuamos el tour en dirección a la Piazza della Signoria desde donde vemos entre otras cosas el Palacio Vecchio, en cuya puerta hay una copia de David de miguel ángel, entre otras esculturas. Woooooo

Tomamos la Vía de Cerchi de camino al Duomo. Pasamos por la Vía Dante Alghieri, lugar donde vivió Dante. Y finalmente llegamos al impresionante Duomo. Es imponente la altura de la catedral, incluso sin contar con la altura de su torre. Llama la atención su interior que resulta en comparación «espartano», al parecer la mayor parte de sus obras de arte se muestran en museos de la ciudad.

Ah, están restaurando el Batisterio de San Juan así que esta con andamios y cubierto de lonas en su totalidad, excepto las archiconocidas Puertas del Paraíso.

Tras el Duomo pasamos por la Piazza de San Lorenzo y luego pasamos por la puerta de la galería de la academia para ver cuánto cuesta ver el David de Miguel Ángel (12 euros), no hay apenas cola así que decidimos dejarlo para la tarde. Tras pasar por la universidad tomamos la Vía de Serví para, volviendo por el barrio de Dante, a la Vía Cimatori donde se encuentra un local donde venden unos muy ricos paninis para llevar por 3 euros la unidad, nos comemos 3 entre los dos allí mismo, salami y salami picante como principal y atún tomate y cebolla de postre. Riquísimos. El sitio se llama il fratellini. Totalmente recomendado, da igual que haya mucha gente porque te despachan los paninis en cuestión de segundos.

Después de comer tomamos la Vía de Neri para llegar a la Piazza de San Lorenzo y la basílica del mismo nombre, donde nos sentamos un rato en un banco a descansar y mirar la catedral.

 

Después, vamos a visitar el Palazio Vecchio.

Ya son las 4 aproximadamente así que volvemos a la academia a ver el David. Pero por desgracia lo han cerrado por huelga, así que mañana lo intentaremos de nuevo. Contrariados damos una vuelta por del Mercato Centrale, en la primera planta han montado un montón de sitios súper chic para picotear algo.

Finalmente nos volvemos al hotel a tomar una cerve y descansar el pateo, hemos descubierto un paqui que nos verde la yonqui botella de 66cl de cerveza super barata, así que nos compramos unas y nos la tomamos en la habitación. Al rato vamos a la Vía della Spada a cenar a un garito llamado La Spada (guau, super originales oiga) donde no cenamos mal, pero en comparación con ayer quedamos decepcionados. Además teníamos al lado un grupo de japoneses voceras que no colaboraron en mejorar la experiencia…

Y a descansar para mañana ver la Galleria de los Ufficci.

Florencia, 13 de Noviembre de 2014

Hoy, con lo cansados que vamos, ganduleamos un poquito para levantarnos, pero aun así, estamos desayunando a las 8 y media. Por cierto, el desayuno del Hotel Bologna es digno de sus 4 estrellas, ciertamente… Acabamos plenamente satisfechos con una mezcla dulce -salado muy rica… A destacar los croissants rellenos de crema.

Tras hacer el check-out del hotel, dejamos el coche en el parking mientras hacemos la visita a la ciudad. Tomamos una ruta parecida a la de anoche visitando la Piazza del Comendadore de camino a la Torre Pendente, donde nos hacemos las fotos horteras de rigor sujetando la torre. Además paseamos por el recinto del Duomo y el Batisterio, aunque decidimos no subir a la torre porque hay demasiada gente esperando… En su lugar, damos un paseo por la muralla de pisa mientras volvemos hacia el hotel.

Recogemos el coche y nos enrutamos hacia Lucca. Otra ciudad amurallada muy bonita, de la que podemos destacar sus imponentes murallas renacentistas, su plaza anfiteatro romano, una plaza circular de origen romano, ahora con multitud de terrazas para tomar algo, la Via Fillungo con sus múltiples tiendas de todo tipo, y la catedral.

Como nota curiosa, al pasar por la iglesia de San Michele in Foro, vimos como grababan una escena de una peli (o serie, no sé, algo con actores jajaja) con los actores subidos a un andamio subiendo y bajando cajas de herramientas…

Al volver hacia el coche compramos para comer una focaccia de jamón y queso muy rica y un delicioso y crujiente cuerno de hojaldre relleno de chocolate. Ahora mismo me volvería a comprarme otro simplemente delicioso.

Sobre las 2 y media nos montamos en el coche para ir hacia Florencia mediante autovía. Sorprendentemente a la entrada del peaje la máquina no nos proporciona tique, cosa que luego a la salida de la autovía hay que explicar al señor cobrador, que no nos pone problema alguno.

Llegamos a la oficina de Locauto para dejar el coche (con más miedo que vergüenza tras leer opiniones de la empresa en internet) y tras dejarlo sin tener problema ninguno (de hecho el chico que lo recepciona es muy agradable) irnos hacia el hotel, que esta como a 400 metros de la oficina. El hotel (C-Hotels club) no nos da muy buena impresión para ser un 4*, malos olores, andamios… Espero que sea cosa del cansancio.

Con lo agotados que estamos ya a estas alturas, decidimos quedarnos en la habitación salvo para salir a comprar una cerveza y luego cenar. La idea es descansar un poco las piernas para poder disfrutar de Florencia los días que nos quedan, que llevamos dos días que no podemos con los pies.

Para cenar vamos a la Via del Moro 51 a un restaurante llamado Pensavo Peggio. En este restaurante tenemos algo parecido a un orgasmo culinario, impresionante lo rico que esta todo, De primero pedimos unos entremeses (que viva el salami), luego de principal María pide unos caneloni y yo unos gnocchi al pesto que quitan el sentido, me atrevería a decir sin dudar que los mejores que he comido nunca, de postre una panacotta de cacao que no desmerece en absoluto, y ya de vuelta de nuevo al hotel.

Pisa, 12 de Noviembre de 2014

Hoy madrugamos un montón, porque hay mucho que visitar. Desayunamos fenomenal en el buffet del hotel Italia y montamos las maletas al coche. Hoy llueve un poco, y está bastante encapotado, así que parece que no va parar en todo el día…

Tras el check out, cogemos el coche para intentar caminar lo menos posible. Aparcamos en el aparcamiento del estadio del AC Siena, y vamos a ver la ciudad. De nuevo, pero ahora de día, vemos el Duomo y la Piazza de Campo, con el paraguas en mano porque sigue cayendo una ligera lluvia de manera intermitente.

 

A pesar de haber acabado de desayunar, cada dos por tres nos da un olor tan rico a comida que no podemos evitar buscar que huele tan bien.

Entramos en la iglesia de Santa María la Scala, justo enfrente del Duomo. Quedamos alucinados del magnífico fresco que hay en el interior, que contrasta con lo poco llamativo de su puerta.

Seguidamente intentamos entrar al Duomo, pero no abren a visitas hasta las 10:30 así que damos un paseo de media hora para entrar, rato que María aprovecha para comprarse un fular. Llegada la hora de apertura, entramos pasando previamente por taquilla a por los tickets gratuitos para poder entrar.

Dentro alucinamos otra vez con lo bonita que es la catedral, llama mucho la atención la decoración de las columnas con mármol blanco y negro. Y tras dar un rato un paseo por su interior, y un poco apenados por no tener más tiempo para disfrutarla más, nos volvemos al coche para partir hacia San Gimignano.

Tras una hora de camino llegamos al pueblo. Este pueblo medieval tiene la particularidad de que tiene 17 torres que fueron construidas por los nobles de la ciudad para representar su poder. Alguna de ellas tiene hasta 50 metros de alto.

Damos una buena vuelta por sus calles «peatonales» (aquí las calles peatonales son transitadas por coches y además parece que el peatón no tiene mucho valor, más vale que te apartes si viene un coche, igual que pasa que en los pasos de cebra). Mención especial a las Piazzas del Duomo y la Cisterna.

 

Intentamos llegar hasta la fuente medieval pero al ver la cuesta que había que bajar (y luego subir después) nos rajamos y decidimos hacer parte de la caminata del muro en su lugar.

Cuando pensábamos que estábamos camino de la salida del pueblo nos decimos eh? Pero dónde estamos??? Nos hablamos desorientado totalmente y hablamos aparecido al otro lado de la ciudad, pues sí que tenemos bien el sentido de la orientación este viaje jajajja

Así que atravesamos y casi al salir paramos a comer una rica porción de pizza en un local de comida rápida. Tras comer rápido, nos metemos al coche y a Volterra a dar una volterra (badum tssss).

No tardamos mucho en llegar, son pocos kilómetros aunque de carreterillas de curvas. Los paisajes son bastante bonitos aunque yo particularmente no puedo admirarlos demasiado por ir prestando atención a la carretera…

Llegamos con el coche y aparcamos el coche en un parking debajo de una de las puertas de la ciudad.

Es otra ciudad medieval con unas murallas en impresionante estado de conservación. Paseamos por la Piazza del Priori y de San Giovanni.

Caminamos por sus calles medievales hasta que salimos por la puerta de San Francesco, para ir rodeando la ciudad hasta llegar a su anfiteatro romano.

Entramos de nuevo en la ciudad por la Puerta Fiorentina y paseamos brevemente hasta que decidimos marcharnos para evitar que se nos haga de noche de camino. Además estamos ya muy cansados. Nos queda una hora larga de camino hasta Pisa.

Llegamos y aparcamos en zona azul para ir a nuestro Hotel 4 estrellas. Hotel Bologna se llama, muy cerca del río Arno, hacemos check-in y nos indican que podemos aparcar en el parking del hotel sin miedo a que nos multen por entrar con el coche en el centro histórico que ellos tramitan el permiso de entrada con la policía, así que volvemos a por el coche y lo aparcamos.

Una vez instalados en nuestro hotelito, muy cómodo por cierto aunque por ponerle una pega, de los que hemos visitado es el que está más sucio, tampoco nada que no arreglarían pasando un trapito del polvo, eso si… Por otro lado la cama parece muy cómoda y la habitación es confortable…

Salimos a cenar y dar una visual. En 15′ llegamos a la archifamosa torre , tras cruzar el rio Arno por el Puente di Mezzo, y subir por un par de animosas calles llenas de estudiantes. Atravesamos la Piazza del Cavalieri hasta que llegamos al Duomo y la torre.

A la vuelta bajamos por la calle Santa María donde no hay ni un alma, pero vemos un par de restaurantes , en uno nos dicen que están completos así que entramos en el otro, que se llama il santo (no, creo que Casillas no tiene nada que ver), donde cenamos muy rico, María se cenó unos spaghetti frutti di mare y yo un risotto ai funghi. Muy rico todo.

Y vuelta al hotel con los plomos fundidos ya.

Siena, 11 de Noviembre de 2014

Se acabó Roma. Nos levantamos muy pronto para ir cuanto antes a recoger nuestro coche que nos llevará por nuestra ruta toscana. Así que hacemos el check out en el hotel (adiós hotel Corona) y vamos a la estación de tren que es donde está la oficina de Locauto. Habíamos alquilado baratito en rentalcars.com un coche tipo compacto, así que recogemos las llaves no sin que antes nos quieran colar un seguro extra y otros cargos extra, lo típico de las empresas de alquiler de coches. Nuestro corcel es un Peugeot 308 negro muy chulo, con más marcas que kilómetros pero bueno, nos servirá.

Ponemos el GPS en dirección a Montepulciano. Una hora dice. Tras tres cuartos de hora para intentar salir de la ciudad de Roma y otra media hora más para salir de un atasco (hora punta a las 10 y pico???) nos mentalizamos de que nuestro horario previsto no se va a cumplir. Las carreteras de momento son muy malas a excepción de la autovía de peaje autostrada A1 y los italianos conducen fatal, comenta la leyenda que un romano una vez puso un intermitente…

En fin a las 12 aproximadamente llegamos a Montepulciano. Es un pueblo medieval que en verano al parecer tiene mucho tirón pero que un martes random de Noviembre no visita ni Peter! La verdad nos ha gustado mucho, muy cuidado todo, sobre todo la catedral que no te esperas lo grande que es por dentro. Eso sí, nos ha parecido un poco «pueblo decorado».

Sin embargo, después visitamos Montacino y nos ha parecido un pueblo igual de bonito pero con mucha más vida, desde el primer momento hemos visto lugareños en sus quehaceres, señoras del visillo mirándonos por la ventana, abuelas en la panadería amasando bollos, abuelos echando la partida en la cafetería, abuelos yendo a recoger a los nietos al cole… Vale ahora que lo pienso, mucho abuelo, pero le da un toque autentico al pueblo que echamos de menos en Montepulciano.

Y de vuelta al coche, llegamos a Siena sobre las 6 al hotel Italia. Recogemos las llaves de nuestra habitación doble superior, bueno, al lado de la habitación de roma es como 10 veces más grande, y tras dejar las maletas corremos al centro a dar una vuelta nocturna y cenar algo.

Podemos contemplar el Duomo de noche así como la impresionante Piazza del Campo, una peculiar plaza semicircular preciosa. Y vemos que Siena tiene una gran vida nocturna sobre todo de gente estudiante.

 

De vuelta al hotel buscamos un restaurante de los que vimos al entrar en el pueblo donde cenamos María unos tortellos con ricotta y gorgonzola y yo unos tagliatelle con ragú de pato, regados con un vino Chianti rosso de una «excepcional» calidad…

Hasta mañana!

Roma, 10 de Noviembre de 2014

Weeeee! Weeeee! Suena el despertador, son las 7 y media, arriba arriba, que tenemos muchas cosas que ver y mañana ya nos marchamos de Roma.

Tras el desayuno, vamos caminando hacia la Piazza de Reppublica para coger el metro hacia el vaticano. Tras 4 largas estaciones hacinados como sardinas (cosas de la hora punta), llegamos a la estación de Ottaviano, muy cerca del Vaticano. Por cierto, compramos un tique diario que da derecho a montar en todos los transportes que necesitemos hasta las 24 horas, 6 euros (con 3 viajes se amortiza).

En fin, como tenemos tiempo hasta las 11 que es la hora de entrada a los museos vaticanos (compramos la entrada hace una semana desde casa por Internet, desde esta página http://mv.vatican.va/4_ES/pages/MV_Home.html), vamos a pasear a la impresionante Piazza de San Pietro.

Tras pasar un rato y hacernos unas fotos, decidimos intentar adelantar la hora de entrada a los museos, porque observamos que hay mucha cola para entrar después a la basílica. De modo que bordeamos los muros del Vaticano para llegar a la entrada del museo. Vemos que fue un acierto comprar las entradas con antelación, porque hay una cola de al menos dos horas para entrar…

Una vez dentro, flipamos con la marea de gente que entra a la vez que nosotros. No es nada exagerado, la cantidad de gente que intenta entrar a la vez podría ser perfectamente comparable a la salida de un partido de fútbol o de un mega concierto…

Una vez superado el agobio de la entrada, y pasar el Atrio dei Quattro Cancellari y visitar el Cortile della Pigna…

decidimos visitar la Stanza de Rafaello, pasando por otras salas antes como las impresionantes Galleria degli Arazzi (galería con multitud de grandiosos tapices) y la Galleria delle Carte Geografiche (galería de frescos de entre los siglos XII y XVII con mapas de partes de Italia), mención especial a los frescos de los techos de ambas… Podemos disfrutar de los frescos de la Stanza di Rafaello, estancias privadas del papa Julio II diseñadas por Rafael en persona.

Finalmente y como colofón, llegamos a la esperadísima Capilla Sixtina, donde podemos contemplar los frescos de Miguel Ángel de sus techos. Toda la visita es bastante agobiante por la cantidad de gente, y aquí no podía ser menos puesto que mucha gente viene a los museos expresamente a ver la capilla.

Tras recibir una regañina de un guardia que me obliga a borrar las fotos que he hecho de la capilla de bastantes malos modos, salimos de ahí, un poco de mal rollo entre esa situación y de los vigilantes mandando callar por megafonía. Pero por otro lado maravillados por lo que acabamos de contemplar. El fresco del juicio final es increíble y cómo no el archifamoso de la creación.

Agobiados ya de la marea de gente salimos de nuevo hacia la plaza de San Pedro a hacer cola para visitar la basílica. Tras unos tres cuartos de hora de cola pasamos a su interior para quedarnos embobados, impresionados, alucinados con las dimensiones de su interior y con sus obras de arte.

Luego, tras un rato buscándolas, logramos encontrar la entrada a las grutas vaticanas en una columna que da acceso a un piso bajo el de la catedral. Aquí se encuentran enterrados muchos antiguos papas. Se supone que Juan Pablo II también pero creo que lo vimos en la planta principal de la basílica.

Decidimos no subir a la cúpula porque estamos agotados después de tres días pateando sin parar y que ya es la hora de comer, de manera que salimos del vaticano por la Vía de la Conzilicione y desviándonos a la izquierda hacia el barrio de Borgo, paramos en una cafetería donde por unos paninis, unas cervezas y una tarta y un croissant relleno palmamos 30 pavitos…

Agotados, vamos a paso lento hacia el Castelo de Sant Angelo, donde paseamos un rato. En sus alrededores encontramos una terraza muy agradable, un kiosko donde tomamos un café y un helado y donde puedes relajarte leyendo uno de los libros que tiene expuestos en su biblioteca.

Tras otro descansito caminamos hacia la Piazza Cavour, donde tomamos un autobús que nos acerca a la Piazza Venezia. Aquí subimos a los museos capitolinos solo para dejarlos a un lado y acercarnos a contemplar el atardecer en Foro Romano ahora que aún queda un poco de luz solar.

Después volvemos paseando al Coliseo para verlo ya de noche con luz artificial. Estamos molidos así que vamos al metro, que en dos estaciones nos deja en la estación de Termini, al lado del hotel, tomamos una cerveza para tener wifi y llamar a Alejandro por su cumpleaños, y a cenar una deliciosa pizza en un restaurante cerca del hotel.

Espero que mañana podamos descansar un poco las piernas, al menos tenemos coche para viajar a la Toscana y no vamos a estar caminando todo el día…

Roma, 9 de Noviembre de 2014

Bueno, pues tras un sueño reparador bajamos a por el desayuno con tostadas del hotel. Tengo que decir que a pesar de su «glamour», ya estamos bastante más reconciliados con él sobre todo por lo cómoda que es su cama, lo limpito que está todo y el desayuno, que no está del todo mal, ¡hoy hemos descubierto que las cosas dulces las ponen en otra mesa aparte y no las habíamos visto! jajajajaj

En fin, salimos del Corona y partimos dirección suroeste por la Via Nazionale hasta llegar a la Piazza Venezia. Continuamos por el Corso Vittorio Emmanuelle II hasta llegar a las ruinas del Área Sacra di Largo Argentino, lugar reconvertido en un santuario felino. De hecho, de una mirada podemos contar decenas de mininos.

 

Después giramos a la derecha y después de ver el la estatua del Elefantino, llegamos a la plaza del Panteón, llena de vida, terrazas, y carruajes tirados por caballos. A su lado se encuentra, por supuesto, el Panteón de Roma. El Panteón es la edificación mejor conservada de la Roma clásica. Tras mas de 2000 años, sigue en pie casi como el primer día y se sigue utilizando, de hecho, justo cuando salíamos ya no dejaban entrar a más gente porque iban a oficiar misa.

 

Como curiosidad, el centro de la cúpula está abierto al aire libre, y cuando llueve, el agua se cuela por agujeros practicados en el suelo de mármol.

Tras un rato admirando sus encantos, decidimos ir hacia la Piazza Navona, donde contemplamos la impresionante Chiesa di Sant Agnese in Agonie, iglesia barroca de impresionante fachada blanca, así como las fuentes del Moro, de Neptuno y de los cuatro ríos. Qué bonito todo!

 

Tras un rato, salimos de la plaza y atravesamos la avenida de Víctor Manuel II para llegar a la plaza Campo di Fiori, donde hay un mercado tradicional donde comprar adminículos de cocina, especias, pasta, y tiendas de ropa.

Salimos de allí para llegar a la Piazza Farnese, al lado del palacio del mismo nombre. Nos paramos un rato para tomar un riquísimo café (y muy deseado, por lo que nos tardaron en atender, cobrar y traer las vueltas) en una cafetería en la misma plaza.

Tras salir de la Piazza paf! Una paloma, una gaviota, un pterodáctilo, no sé qué carajos era, pero algo gordo seguro, tuvo a bien hacer sus necesidades sobre mi cabeza, cara, camiseta… Menuda gracia! Adiós camiseta, me pongo el jersey que llevaba guardado en la mochila, volvemos a la cafetería donde acabamos de estar para ir al baño y asearme, y en ruta de nuevo… Porque estamos bastante lejos del hotel para volver a cambiarme y así voy bien, si veo algún chiringuito ya compraré otra de repuesto.

En fin basta de lamentos, sigamos disfrutando de la ciudad que nos está resultando preciosa. Es impresionante porque sea la calle que sea por la que te metes, ves un monumento… Enseguida llegamos al rio Tiber y bajamos su curso hasta el Ponte Fabricio, lugar por donde se cruza a través de una islita en medio del rio, llamada Isola.

Llegamos al precioso barrio del Trastevere y sus callejuelas. Decidimos caminar sin mucho rumbo fijo para conocer el barrio pero tratando de orientarnos hacia la Basílica di Santa Maria in Trastevere, pero lo hacemos tan fatalmente que terminamos en la punta opuesta jajajja, pero bueno, no importa porque vemos potenciales sitios para comer. Mapa en mano para no perdernos más, llegamos a ver la basilica, una iglesia que fue construida en el siglo IV, una bonita vista tanto por fuera como por dentro, en la esquina de la plaza del mismo nombre.

Después, volvemos sobre nuestros pasos para buscar alguno de los sitios que vimos antes para comer. Al final acabamos en una terraza en un primer piso sobre una pastelería, donde comemos de menú, bastante bien para el precio que pagamos, y sobre todos tranquilos y apartados del barullo de la ciudad. Si no recuerdo mal, la pastelería está en la Via dei Genovesi, pero no tenía nombre rotulado en la puerta.

La verdad es que llevamos una buena caminata y nos duelen un poco los pies, pero queremos continuar. Volvemos a cruzar el rio, esta vez por el Puente Garibaldi, para llegar a la Sinagoga.

Justo al lado de ella se encuentra el Teatro Marcello, un palacio construido sobre los restos de un anfiteatro.

 

Continuamos por la Via del Funari para llegar de nuevo al Corso Vittorio Emmanuelle y regresar a la Piazza Navona, la cual bordeamos para tomar la Vía della Scorfa y la Vía Ripetta dirección Piazza del Poppolo.

Vemos el Mausoleo Augusto y nos desviamos hasta la Vía del Corso, que debe ser algo así como nuestra Gran Vía, por la impresionante cantidad de gente que hay, pareciera que hay una fiesta o similar. Por fin llegamos a la Piazza y nos sentamos un rato a descansar y escuchar de paso a un chaval haciendo música de percusión con cubos, sartenes, platillos y otros adminículos… Un crack el tío, menudo ritmo, parecía la Maxima FM, dan ganas de ponerse a bailar jajajaj

Y ya agotados, volvemos hacia el hotel pasando por la plaza de España de nuevo, con la misma vidilla o más que ayer… De camino compramos unas camisetas, nos tomamos una caña y tras descansar un rato en el hotel, bajamos a cenar un menú al lado del hotel.

Y fin de este largo día, tengo que echar cuentas porque hemos debido de caminar una barbaridad, caminando desde las 9 de la mañana hasta las 7 de la tarde solo parando a comer y un par de cafés…

Roma, 8 de Noviembre de 2014

7:30, suena el despertador, y nos levantamos con hambre voraz. Bajamos un poco encima de la hora que dijimos en recepción para el desayuno (porque hay que decirlo en recepción la noche antes). Por cierto que el desayuno nos ha parecido bastante bueno, muchos tipos de pan para hacer tostadas dulces o saladas, así que le damos al salado y zumo y café y presto! Zumbando a ver la Roma antigua.

Estamos relativamente cerca por lo que llegamos sobre las 9. Observamos que la gente va en manada hacia allí, ¡madre mía! Decidimos ir primero a visitar el Foro Romano. En la entrada del mismo encontramos la taquilla, las entradas cuestan sobre los 12 euros e incluyen la visita de Foro y Coliseo. Así que las compramos y entramos, luego iremos a ver el Coliseo.

Nos dedicamos a ver primero los monumentos del foro con tranquilidad. Los que más nos han gustado son los arcos de Tito y de Settimio Severo, la basílica de Constantino, el Templo de Saturno… Resulta increíble que tras mas de 2000 años, haya aún restos en pie, y algunos en no tan mal estado de conservación.

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Después vamos al monte Palatino, lugar donde vivieron los burgueses en la época de la República. Desde aquí podemos contemplar el foro desde la altura, desde donde impresiona incluso más y uno no puede dejar de imaginarse como sería todo aquello en la antigüedad.

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Además tiene unas impresionantes vistas del resto de la ciudad, como esta vista de la Ciudad del Vaticano, acompañados de una curiosa.

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Tras un rato por el Palatino, desde un lugar desde donde se ve el Coliseo y aledaños, alrededor de las 12, nos damos cuenta de la cola inmensa de gente que hay para entrar allí, así que salimos del recinto del Foro y vamos para allá raudos. En la puerta nos ofrecen una visita guiada que nos permitiría saltar la cola y nos advierten que hay que esperar como hora y media, y que tendríamos que pagar 13 + entrada. Comprobamos que afortunadamente la cola es para comprar las entradas, así que cogemos las nuestras, ignoramos a los guías, y entramos directamente… Ufffff que suerte hemos tenido sin quererlo y ¡de la que nos hemos librado! Si es que a quién madruga Dios le ayuda.

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María ya conocía el Coliseo por lo que no esta tan impresionada pero yo he flipado. Además de que es algo que aunque hayas visto en fotos no te das cuenta de lo impresionante que es hasta que lo ves en persona y cuando te imaginas que aquí dentro cabían 50.000 personas. Nos paseamos por sus dos niveles visitables, alucinando con las dimensiones del coloso. Desde la primera planta hay además unas vistas estupendas del Arco de Constantino.

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Salimos del Coliseo para ver el Foro Trajano y la Columna Trajana, y pasar por el monumento Vittorio Emmanuelle II, majestuoso monumento de mármol dedicado al soldado desconocido. Curiosamente, tiene varios guardias encargados de custodiar las escalinatas, no dejando que nadie se siente en las mismas.

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Después tomamos la Vía del Corso para buscar la famosísima Fontana di Trevi. De camino paramos en una trattoria para comer, donde nos comemos una pizza que no está nada mal. Quizás hemos pecado un poco de turistas pardillos al comer a dos calles de la Fontana, pero bueno, no está mal, quizás un pelín caro para lo que hemos comido, pero oye, que nos quiten lo bailao.

Ya sabíamos que la fuente está en obras, pero bueno, estoy contento porque aunque está llena de andamios y no tiene agua, hemos podido verla y pasear a su lado por una pasarela que han habilitado, así que nos quedará pendiente para otra visita cuando acaben las obras. Por cierto, el gentío que recorre las calles empieza a ser realmente agobiante.

Salimos de allí para llegar a la Piazza Spagna, para descansar un rato en la famosa escalinata. En una hora se supone que hay un free tour que parte de aquí y recorre zonas turísticas con un guía que te cuenta curiosidades de las mismas a cambio de luego pagarles la voluntad, pero al final decidimos seguir por nuestra cuenta ya que según dicen en su página web que íbamos a volver a ver lo que ya hemos visto toda la mañana. Por cierto, su página es http://www.romefreewalkingtour.com/

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Vamos a conocer la Piazza da Poppulo, pero hay una manifestación que parece que es por los servicios públicos. Todo muy pacífico, pero nos impide disfrutar de la plaza. Increíble gentío. Volveremos.

Volvemos a la plaza de España para subir las escalinatas e ir a tomar una cerveza, buscar wifi y llamar a las niñas a ver que tal se portan. Después del descanso, vamos hacia Villa Burguese, un parque inmenso que recuerda ligeramente al retiro, donde podemos pasear un ratito. Empieza a anochecer y comienza a refrescar un poquito así que me pongo el jersey, la verdad es que hemos pasado calorcillo hoy, hemos estado en manga corta todo el día.

Después vamos a ver la Piazza della Reppublica, y después tomamos la Via Nazionalle y luego la Via della Quattro Fontane para ver la Fontana dei Tritone.

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Después del «breve» paseíto (tengo que ver cuantos km nos hemos pateado, pero ha sido una buena)… Nos vamos al hotel a descansar que ya está bien!

Roma, 7 de Noviembre de 2014

Bueno, por fin ha llegado el día de nuestra escapada anual. Este año tras mucho dudar destinos, terminamos decidiéndonos por hacer una ruta por Italia.

Salimos del trabajo a toda prisa y antes de la hora porque el avión sale a las 4 menos 10. A la carrera recojo a María de su curro y a casa a prepararnos un bocata y coger la maleta. Esperamos a mi padre, benditos abuelos que además de taxistas se ofrecen de canguros durante 10 días, ¡gracias mil!

Marchamos al aeropuerto, donde sin problemas embarcamos y sobre las 6 llegamos a territorio romano, al aeropuerto de Fiumicino… Cogemos un tren que nos saca 14 pavos por barba para acercarnos al centro a la estación de Termini (que encima se nos escapa por los pelos) y de ahí caminando al hotel que esta a tres calles. El hotel Corona… Bueno, supongo que los hoteles de roma son así… Ejem… No se si es el cansancio del día, pero parece que las 3 estrellas son ninja jejeje.

Rápido nos vamos a dar una vuelta a tomar una cerveza en una terraza, y luego cenar. Por cierto, el tiempo nos ha sorprendido para bien, porque en Roma estaban en alerta roja por lluvias, pero hace tan bueno que podemos salir en mangas de camisa… En la terraza pudimos conectarnos a Internet para planificar un free tour para mañana y saber algo de las niñas… Luego el restaurante nos ha gustado mucho, al lado del hotel, llamado La Locanda, donde hemos cenado una pasta casera estupenda.

Y nada más, así que nos vamos a descansar para mañana conocer Roma por fin.