Son las 8 y suena el despertador… que bien hemos dormido en el hotel Kastalia, por favor! Pasamos por el restaurante del hotel a desayunar y que desayuno! El dueño del hotel nos va trayendo poco a poco el desayuno: Café, zumo de naranja, bizcocho, tostadas con mantequilla y mermelada, jamón cocido y queso, tostada de pan con tomate y queso feta, yogur con cereales, muesli y manzana y finalmente tortilla / huevo revuelto… como nos hemos puesto, parecía que nunca acababa de traer cosas jajaja

Después del desayuno, hacemos el check out del Kastalia, dejamos las maletas en el coche y marchamos hacia el sagrado recinto de Delfos. Nos abrigamos que hace fresquito, se nota que estamos al lado del monte Parnasos. Este templo sagrado fue el lugar donde se estableció el oráculo dedicado a Gaia y Poseidon, alrededor del siglo VIII ac, y se re-descubrió gracias a excavaciones del siglo XIX. La entrada nos cuesta 6 euros incluyendo entrada al museo, y doy fe que muy bien pagados.

Se comienza la visita por la ofrenda de los almirantes, la entrada al recinto en la que se encontraban el monumento a los almirantes y la ofrenda de Maratón. Esta era la impresionante entrada al recinto sagrado por donde los peregrinos debían pasar para tomar la Via Sacra, un camino pavimentado que llevaba hasta el templo de Apolo. Este camino no esta pavimentado ya, pero aun se observan algunos restos de memoriales y tesoros, siendo el mejor conservado el Stoa de los atenienses, tributo a la batalla de Maratón. Justo a su lado se encuentra la piedra de Sybilla, considerada el centro del mundo por la mitología ya que se le cayo a Apolo cuando estaba buscándolo. En esta roca se subió Sybilla la primera mujer pitonisa.

Al lado de esta roca se encontraba una columna con la esfinge de los Naxios (ahora en el museo) continuando la subida por el camino sagrado llegamos al templo de Apolo, lugar donde se encontraba el oráculo. Este templo tenia 6 x 15 columnas aunque hoy día apenas se conservan 6. Pero aun se aprecia el tamaño que tenia el templo en la antigüedad.

La Vía Sacra acaba aquí, pero puede continuarse la excursión mas arriba hasta llegar al Teatro, que se empleaba en los eventos de los festivales piticos, construido con una capacidad de 5000 personas.

Después tomamos un camino que tras unos 500 metros nos lleva al estadio, construido para albergar los juegos piticos, unos de los juegos panhelenicos en los que se corrían diversas distancias. Tanto el estadio como el teatro se encuentran en un estado de conservación magnifico. El estadio tiene una longitud de aproximadamente 170 metros, y en él se realizaban diversas pruebas de velocidad, consistentes en recorrer longitudes de entre uno y ocho estadios. Los atletas comenzaban a correr en la fila de piedras que se observa en la foto y acababan en otra fila de piedras igual en la otra punta.

Nos marchamos, sobrecogidos tanto por el escenario donde construyeron la ciudad (una pasada, no me extraña que la consideraran el centro del mundo) como por la cantidad de restos que hemos podido ver. Al salir del recinto vamos a ver el museo, en el que podemos contemplar la esfinge de Naxios, las estatuas de los gemelos Cleobis y Biton, además de herramientas, orfebrería…

Satisfechos nos marchamos sin haber tenido tiempo de ver la fuente de Castalian. La dejamos de ver porque vamos a Meteora y son 4 horas de coche, amenaza lluvia y no queremos que se nos haga de noche.

A mitad de camino paramos en un sitio random, donde a duras penas logramos pedir algo (no se por qué somos incapaces de retener ni una palabra de griego). Yo cojo algo que pensaba que eran ñoquis y resultan ser judiones con tomate jajjaja Maria prefiere no arriesgar, con un pollo asado con patatas. De todos modos esta muy bueno y nos sale tirado de precio (13 pavitos con agua).

Llegamos un poco antes del anochecer a Kastraki (el pueblo al lado de Meteora), nos registramos en nuestro hotel Tsikeli y vamos a ver un poco las formaciones geologicas y el pueblo de Karambaka antes de que se haga de noche. Hemos tenido un ratito para ver la basilica bizantina, localizada justo debajo de los montes de Meteora. El hotel sencillo pero funcional, nos ha gustado.

Y ya se nos hace de noche, vamos a tomar algo y conocemos a unos chicos de Valencia que han venido de visita también a visitar a una amiga de erasmus. Y después, nos vamos a cenar unas brochetas de pollo y cerdo, quizás un poco sequillas aunque ricas.