¡¡¡Ya estamos en la playa!!! Nos levantamos prontito, tras hacerle un poco de sangre a la cama… Más bien ha sido una pelea que ha quedado en tablas, porque tras tanto rato en la cama, nos hemos levantado con la espalda para choped… Aunque yo enseguida me he sobrepuesto, Maris ha estado sufriendo durante todo el día la paliza de 12 horas que le hemos dado…
Vemos un trozo de carrera de F1, y bajamos a desayunarnos… medio bufé… Volvemos a la habitación a terminar de ver la carrera, y nos vamos raudos a la playa. Vaya que bien se está aquí… Y las previsiones del tiempo, afortunadamente, la han cagao, porque no hay tormentas, sino un sol espléndido. Eso si, pega de la leche el sol, así que a aplicarnos bronceador con pala 🙂
Tras un rato cociéndonos a fuego lento, un par de baños en el mar cristalino, y dos o tres visitas al chiringo huyo a Internet dejando a Maris cocerse un poco más… Y cuando regreso, me la encuentro sudando a mares… Si es que hace mucho calor, y eso que se hizo dos visitas más al mar. Así que para cambiar de aires, nos vamos al piscibar. A partir de aquí, todo está como en una niebla, y tras 2 o 3 copas, nos vamos a comer al bufé, se suponía que comida ligera, pero con las copas nos ha entrado un hambre de león, así que terminamos devorando medio bufé de nuevo. Para hacernos una idea de como íbamos, Maris pensaba que estaba con las gafas de sol puestas y sólo era que estaba un poco a oscuras el garito…
Nos echamos a dormirla un poco en la habitación, aunque Maris ha tenido un pequeño arrechucho a la tripa, pobrecita… y tras levantarnos, nos acordamos con una hora de retraso que habíamos quedado con el comercial de Jumbotours, así que nos vamos a buscarle, pero como vamos con una hora de retraso decidimos no encontrarnos con él porque iba a quedar muy mal llegar hora y media tarde a la reunión… Eso si, hemos explorado todo el Resort, esto es inmenso, mogollón de restaurantes, garitos, tiendas… Una miniciudad para turistas… Y ¡todo impecable!
En fin que tras un rato dando vueltas, se hace de noche y decidimos irnos a cenar, hoy probamos en un bar, y aquí es todo a la carta, nos ponen en una mesa pedestal y a cenar… Yo pido un vino blanco y me traen una copa tras otra. No se por qué, pero nos acordamos de Vicky y estamos seguros de que aquí sería feliz. A pesar de las penumbras de la tripa de Maris, hoy nos estamos riendo un montón, ¿¿¿será cosa del alcohol??? No lo creo jijijiji
Y llegó el momento del día, cuando el camarero (apostamos a que se tragó una caja de Valium) nos trae un cenicero peculiar… Tiene un agujero en su base, que es más agujero que fondo… ¿Apagaremos el cigarro en la mesa o en el cenicero?… Bendita duda vacacional, es lo único que pensar aquí, bueno eso y con qué quieres el ron.
Tras la cena visitamos el karaoke, con algunas actuaciones estelares y otras, pa estrellarlos… Así que como no nos animamos a cantar, nos tomamos otro par y a dormir. Pobrecitos ¡que mal lo vamos a pasar aquí!